Chiringuito a granel

Es un local tradicional, de una cadena que se dedica al negocio de la restauración, como podría estar en el de las peluquerías, cosa que no quiere decir que lo hagan mal, sólo que hacen lo que hacen, a volumen (y margen, claro).

Habíamos ido en varias ocasiones al que tienen en el ensanche/eixample de Barcelona y nos animamos a probar la versión playera.

Nada que ver. De entrada el volumen de mesas y personal, en villarriba es más recogido, en villaplaya es el desparrame.

Muchos camareros, jóvenes y no jóvenes, que conocen el negocio (chiringuito playero) y tienen el trato que pertoca, entre el amigote y el conocido. 

La carta es amplia, a precios de playa (croquetas a 2 euros y mejillones a 10/11) y el servcio/marcha de platos es anárquico.

Los fritos pueden ser rapídisimos, pero las paellas son lentas. Por suerte no fue con nosotros, no era nada personal, en dos mesas contiguas lo vivieron igual.

El rebozado "salta", y el arroz (a 24.5€) tiene poco fondo, color sí, verduritas no o poquísimas poquísimas, capa finísima y, eso sí, excelente fotografía para instagram (que por cierto no hicimos).

Tuvimos mala suerte con el vino (ese mundo loco), dos "recomendados" (en un papel anejo a la carta) ya no los tenían (porque sigues recomendando???) y la camarera se marco un punto sommelier (os gusta afrutado que sea dulcito?) pero pudimos esquivarla.

Los postres industriales (pero de los baratos).

Mantelería inexistente, pero servilleta muy correcta, copas malas y presión para comprar "pan con tomate" (supongo que tiene buen margen).

En resumen, si van, no se quejen, chiringuito de playa, es chiringuito de playa, por pijo que uno se sienta ese día.