Local largo y estrecho, con terraza exterior, a pie de playa en La Barceloneta.
Decoración en colores claros, mesas de tamaño correcto más bien juntas. Mantel tipo camino. Servilletas de tela. Menaje correcto. Copas Riedel de las baratas. Servicio mayoritariamente nacional, correcto, aunque olvidadizo. Cocina tradicional con media docena de arroces. Carta bastante surtida, salvo en carnes, donde sólo había una opción, más otra en las sugerencias del día. Carta de vinos bastante bien surtida para este tipo de restaurantes, a precios x2 y más. Servicio consistente en apertura y primer llenado.
Almuerzo familiar del Día de la Madre. Para empezar:
- Croquetas de la abuela (7,60€) - De rustido. 4 piezas de tamaño medio, buen sabor y textura más bien farragosa.
- Las bravas de la playa (7,80€) - Patatas con piel y dos salsas. No las he probado porque no soporto que me pongan las patatas con piel.
Como platos principales:
- Arroz negro con sepia y gamba roja (20,60€) - El que más me ha gustado. Buen punto y sabroso.
- Arroz con sepìa y trompetas de la muerte (19,50€) - Una de las sugerencias del día. Reseco e insípido.
- Arroz seco de Acquerello con bogavante (25,40€) - Sin ser un experto y habiéndome dejado las gafas en casa, no noté ninguna diferencia con los otros dos. Con sabor a perejil. El bogavante, absolutamente pasado. Todavía espero a que me traigan el pincho para el marisco.
- Filete de cerdo con patatas (13,60€) - Otra sugerencia del día. Creo recordar que originalmente llevaba manzana. Le han puesto guarnición de patatas (como las bravas) a petición nuestra. Napado con una especie de salsa española.
Los postres, todos a a 6,20€. Media docena de opciones que presentan encima de una tabla para que elijas. Hemos tomado:
- Pastel de queso con frutos rojos - Según mi hija, muy bueno.
- Mini brazo gitano - relleno de nata. Bien.
- Mousse de tres chocolates - presentado en un bote de yogur. Correcto.
Para beber, un par de botellas de agua de 1 l. (3,-€/ud.) y una botella de Dr. L 2013 (20,30€) con su cubitera, a más del doble de su precio en una conocida tienda de Barcelona, que no es la más barata precisamente.
No han puesto pan ni aperitivos, si bien es cierto que tampoco nos los han cobrado. No han dado a probar el vino. He tenido que lidiar con el bogavante con el cuchillo porque ni siquiera se han dignado decirme que no tenían pinchos para el marisco (lo hemos oído comentar a los camareros). La comida me ha parecido mediocre, por mucho que te presenten el arroz antes de servírtelo y las cantidades sean relativamente generosas (salvo la mía, que debía llevar arroz del caro). La única explicación que se me ocurre para que estuviese principalmente lleno de público local es que era el Día de la Madre y hacía muy buen tiempo... Y que las madres no tenían ganas de cocinar ese día ;-P
El precio corresponde a lo que he tomado yo.
Una y no más.
Lo mío del Nuba sabes que fue una encerrona, con fondo profesional, hay que ver y conocer porque ese tipo de locales tienen tanto éxito de asistencia, que no es por la comida y tu lo sabes.
Un resbalón lo tiene cualquiera, pero no lo repetiré, seguro.
Una y no más, como tu en Ca la Nuri y en muchos locales de su alrededor.
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