Tuvimos la suerte de escaparnos hace dos semanas a ainsa, la verdad que vale la pena visitar el callizo. cocina innovadora a precios razonables (hoy en dia es dificil).
El unico pero digno de mencion es que no acepten tarjetas, y que hay un camarero que digamos finamente que no le gusta trabajar entre semana.
Resumiendo, yo qu vengo de Barcelona la rcp genial y la carta de vinos extensa y correcta.
lo recomiendo.

Un saludo.
Alexis2008

Hemos pasado una comida estupenda. Trato correcto en todo momento , sabores desconocidos ,sensaciones unicas.Hemos recibido descripcion detallada de todos los platos, e incluso como hacian alguno de ellos. Maitre simpatico, camareros sonrientes,y comida una delicia para el paladar.No os vayaais sin probar el cordero con cous-cous,la oliva esferica,y los postres que son una pasada.
Volveremos en cualquier momento.

Coincido con la opinión de Josep. Entorno agradable, no fumadores, mucho espacio entre mesas. Copas y vasos Riedel, mucha parafernalia (oler corcho, dar a probar el vino), pero luego te lo sirves tú mismo durante toda la cena. Carta de vinos correcta y precios aprox. tienda x 1.5-2. Servicio correcto y agradable. Respecto a la comida, destacaría como positivo el precio (27 € entrante + primero + segundo + postre + agua + snacks y petit fours), las presentaciones de los platos y la elaboración de los mismos. Como puntos negativos, la copia descarada de platos de los grandes (canelón al revés de Ruscalleda, postre Eternity CK de los Roca, tortilla deconstruida, y me temo que muchos otros que no conozco…) y sobre todo, mucho diseño pero fallos graves (tempura de pena, parecía frita con aceite sucio; magret de pato pedido poco hecho y lo traen pasado de punto, como recalentado; cordero a baja temperatura bueno de sabor pero tirando a duro en vez de meloso). Tengo que reconocer que en general no estuvo mal, pero creo que no volveré.

Nuestro fin de semana de desconexión se convirtió en gastronómico. Gracias al foro nos decidimos a probar este peculiar restaurante q como se comentaba se sale de lo común que hay en Aínsa. Por nuestra parte, fue un disfrute sin pausa. Trato correcto, aunque debería mejorar el servicio de camareros pues no todos sabían explicar la composición de los platos; el Menú degustación "Sabor a pueblo" por 27 euros + IVA impresionante. Calidad de materia prima, presentación excelente y con todo tipo de detalles. Nos dejamos aconsejar por el camarero y probamos una D.O. Somontano Laus de 2004, excelente sabor que varía a medida de que el plato avanza. Sin duda para nosotras fue todo un descubrimiento que pensamos repetir.

Que conste que la comida no estaba nada mal. Producto bueno y cocciones notables. Eso si, es un restaurante de esos de "copy & paste" más preocupados por ofrecer "cocina espectáculo" descaradamente copiada, atreviéndose con todo, desde la tortilla de patatas líquida del gran Marc Singla, hasta el paseo por la Havana o el perfume Calvin Klein de Jordi Roca, que de ofrecer una buena cocina basada en en la tierra y el paisaje. En la restauración pasa como en los vinos: falta terruño y sobra espuma. Reyes de la espuma hay muy pocos.

En cuanto al vino... pasable. Carta correcta con notable mayoria -bien- de productos de la zona, aúnque mal ordenados como vino tinto, rosado, blanco y "alta expresión". Da rabia no?. Bien las copas, bien la separación entre mesas. Bien el precio, 27 euros por un menú con gran variedad de platos a escojer y con una calidad más que correcta. Mal el servicio, muy mal. Apresurado, torpe; jefe de sala nefasto. Incapaz de cambiar las patatas fritas por un puré a mi hijo de 2 años o de ponerle un platito con 3 bolitas de sandia de las que se ofrecian como acompañamiento en unos buenos postres del menú. Patético. Cocina industria. Marc Singla o Joan Roca se hubieran desecho por satisfacer los deseos gastronómicos de un bebé de 2 años. Ellos son grandes cocineros.

SOY UNA CHICA DE MURCIA QUE ESTE VERANO PASADO DESCUBRIO EL RESTAURANTE POR CASUALIDA.FUE ESTUPENDO MI NOVIO Y YO PASAMOS UNA VELADA INCREIBLE.SERVICIO SUPER AMABLE.NOS SENTARON EN UN RESERVADO DE PIEDRA Y NOS GUSTO MUCHO EL MENU DEGUSTACION.

Creía que ya había colgado el comentario sobre este restaurante, pero por lo visto no fue así.
Cocina creativa que se aparta del resto de restaurantes de Aínsa.
Menú degustación muy completo, abundante y a buen precio; recuerdo unas excelentes "croquetas líquidas de jabalí".
Correcto tratamiento de las materias primas.
En cuanto al vino, buena carta pero mal servicio.
Optamos por un Erre Punto de Remírez de Ganuza; tras pedir que nos cambiaran las copas, -las que nos pusieron eran de agua-, nos comentaron que no disponían de otras cuando en realidad, -y tras indicarle al camarero otras mesas con un coperío mucho más adecuado-, nos confesó que ese tipo de copas eran sólo "para los grandes reservas"(sic).
Tras un breve intercambio de opiniones, nos cambió las copas.
Pese al incidente, merece la pena visitarse.
P.D., probad el sorbete a base de peta-zetas.

Local ubicado en la Pza Mayor de Aínsa. Muy acogedor.
Servicio muy atento, con ganas de agradar.
La comida nada que ver con el resto de los restaurantes de esta localidad. Más moderna, muy bien presentada y de buenas materias primas.
Comimos el menú (26€) para los dos a elegir entre bastantes opciones, que consiste de un entrante, un primero (arroz cremoso de setas e ibérico, bueno), un segundo (espalda de cordero, muy buena) y un postre (versión de torrija). Aperitivo y petit-fours. RCP excelente.
Para los niños tienen un menú infantil con un primero (macarrones), segundo (chuletitas de lechal) y un postre de helado y chocolate, muy bien presentado.
Carta de vinos bastante completa, puesta al día. Tomamos un Marboré 2003 (26€) con buenas copas y perfecto de temperatura.
Precio 2 menús+1 infantil (sin cafés, ni copas): 90€+IVA