Coincido con la opinión de Josep. Entorno agradable, no fumadores, mucho

Coincido con la opinión de Josep. Entorno agradable, no fumadores, mucho espacio entre mesas. Copas y vasos Riedel, mucha parafernalia (oler corcho, dar a probar el vino), pero luego te lo sirves tú mismo durante toda la cena. Carta de vinos correcta y precios aprox. tienda x 1.5-2. Servicio correcto y agradable. Respecto a la comida, destacaría como positivo el precio (27 € entrante + primero + segundo + postre + agua + snacks y petit fours), las presentaciones de los platos y la elaboración de los mismos. Como puntos negativos, la copia descarada de platos de los grandes (canelón al revés de Ruscalleda, postre Eternity CK de los Roca, tortilla deconstruida, y me temo que muchos otros que no conozco…) y sobre todo, mucho diseño pero fallos graves (tempura de pena, parecía frita con aceite sucio; magret de pato pedido poco hecho y lo traen pasado de punto, como recalentado; cordero a baja temperatura bueno de sabor pero tirando a duro en vez de meloso). Tengo que reconocer que en general no estuvo mal, pero creo que no volveré.