De visita por Plasencia se nos hizo la hora de comer y como no andábamos muy lejos de la zona del acueducto vimos este local con referencia en Verema y… a por él que nos fuimos!!
Excelente descripción en el comentario previo sobre el local por lo que nada se puede añadir. Apariencia y ambiente clásico y cuidado. Nos ubicaron en un pequeño reservado dado que la sala principal estaba llena.
Dos cervezas rubias de barril excelentemente tiradas para terminar convenciéndonos de que el competitivo y completo menú del día era la mejor opción. Al tema:
Primeros:
Alubias Blancas con Chorizo y Panceta. Buena legumbre, tierna y sin mucho pellejo perceptible, aunque había bastantes rotas, acompañada de buen embutido como no podía ser de otra manera en esta zona. Clasicismo.
Salmorejo con Guarnición. Tan sólo lo probé y me pareció correcto. Buena textura aunque lo mejor eran los taquitos de jamón que le acompañaban. Tranquilidad.
Segundos:
Caldereta de Cabrito. Cumplida ración de un guiso tradicional de la zona bien trabajado. Gustoso tanto el animal como el fondo y acompañado por unas patatitas fritas de las de toda la vida... bieeeen!
Lomo de Cerdo con Roquefort. Elección de Hambrebuena que pude probar y que no aportaba nada nuevo. Normal.
Como postres pedimos Arroz con Leche y Tarta de Queso con Mermelada de Fresa. Mejor esta última que el arroz aunque ambos cumplidores.
Además de las comentadas cervezas, para beber continuamos con agua.
Servicio profesional y atento, manejando una gran sala con pocos elementos sin prisa pero sin pausa. Mesas bien vestidas con manteles y servilletas de tela blanca y cambio de cubierto entre platos, detalles dignos de reconocer a mi entender, en un menú de este tipo.
Salmorejo con Guarnición
Lomo de Cerdo con Roquefort
Caldereta de Cabrito
Se trata de un en apariencia bar normalito con un comedor en la parte trasera, que sin embargo encierra conceptos de restaurante de cierto postín, y en el que se nota un especial cuidado en el apartado del vino (aunque mi experiencia no es significativa), lo que es ya un punto a favor. Desde el maître -Tomás- (vestido de riguroso traje azul de chaqueta a pesar de los 38º en la calle) pasando por todos los camareros que atendieron (cuyos nombres vienen de manera simpática en la factura) también uniformados y preguntando siempre si todo estaba a mi gusto. Fue una recomendación del Hotel donde me hospedé -que dispone de comedor- lo que también es un dato significativo (aunque esta circunstancia nunca la revelé al restaurante). El comedor ya está descrito en otros comentarios, y pasaré a los detalles veremeros del comercio y bebercio, que son los que interesan. El inicio fue con una impresionante y helada copa de cerveza sin alcohol (2,50 €) que vino acompañada del pan (caliente y de calidad normal, 1 €) con unas rodajas de tomate de época (tipo Teruel o Carabaña) con sal maldón y buen aceite. Comencé con la clásica parrillada de verduras naturales (clásico de la casa, ver foto, buena ración por 10 €) en su punto de plancha y sal. Aunque fuera de carta había otras opciones, como las gambas de Huelva me decanté por una Dorada a la Sal, (aunque estuve tentado en la merluza de la casa) muy digna a pesar de su procedencia, al punto de horno y magníficamente emplatada por Tomás (ver foto). 14 € tuvieron la culpa. Viene acompañada en salsera aparte de un aliño de aceite de calidad, con perjil y limón, muy original y perfecto para el pescado. La guarnición desemerece un poco el plato, ya que las patatas no se aprecian muy recientes, mejor la cebollita pochada. Para este plato le pedí a Tomás un vino blanco frío que eligiese él y la verdad es que pensaba en algún toque de mayor originalidad ya que se decantó por una copa de Martín Códax (que acabo de caer al ver la factura no me cobraron por lo que no puedo decir su precio), vino que quizás llevaba más tiempo del recomendable abierto por lo que le faltaba la alegría o esa ligera burbuja que canta la marca de este albariño "trovero" (reconociendo que quizás no sea MC el más alegre de los albariños, por su complejidad o a mí así me lo parece). La recomendación del postre fue tan vehemente (y acertada) que frente a mi pretensión light me animé con una tarta de queso (ver foto) muy ligera a pesar del producto (4,50 €) con unos acompañamientos más estéticos que necesarios. Todo ello en vajilla con las siglas CT en la orla de los platos. Rematé la comida con un café (lo del café en Extremadura, salvo en contados sitios, es para hacérselo mirar, porque tiene un sabor que a mí particularmente me parece que sobreabunda el torrefacto y de efectos laxantes cuasi inmediatos) a 1,50 € la criatura. Invitación de la casa a licor café (Rúavieja) y al despedirme, donde ya sí identifiqué la prescriptora del restaurante, fui obsequiado con una caja de picotas (estamos en temporada) detalle que agradezco en grado sumo y que no va a variar mi criterio de valoración ya que la impresión general era buena, con o sin picotas (de la misma manera que no lo habría cambiado a favorable por el cohecho impropio, ya que perderíamos la objetividad que tanto nos ayuda a la elección del sitio, como ya he visto por los comentarios, merecidos, de este restaurante). Otro dato: la explicación que daba Tomás a una mesa de varios comensales en relación a un plato de queso, los distintos procesos de curación de los servidos (de uno de ellos en la propia casa) y el orden como debían ser comidos, es otra prueba más que estamos ante una opción para gastrónomos y en definitiva para gente que valore y disfrute de este arte y cultura de la gastronomía.
Estabamos por Plasencia y echando mano de Verema localizamos este restaurante que nos venia muy bien al no tener que entrar en el centro. Esta magnificamente situado al lado del acueducto. Se aparca regular un domingo al mediodia. Habiamos llamado a reservar a media mañana y creo que nos debieron dar la ultima mesa que quedaba. El comedor, clasico con separacion mas que suficiente de mesas y con agradable manteleria. El servicio muy atento y carta clasica y muchas sugerencias cantadas fuera de carta. La carta de vinos muy correcta con riojas y riberas y larga lista de vinos locales. Buenos precios. Tomamos la Vicalanda 2003 a 19 euros.
- Aperitivo de la casa: Rodajas de tomate aliñado con aceite y sal maldon. Que buen producto
- En cuanto a la comida compartimos unas verduras a la plancha: abundantes, variadas y punto de grill estupendo.
- Segundos: paletilla de lechazo asada. Muy buena
- Foie al PX. muy bueno
No tomamos postre. Solo cafes y nos invitaban a un licor que rechazamos por tener que conducir.
Todo por 66,50.
Muy recomendable. Nada ostentoso y comida de toda la vida bien ejecutada y con un servicio muy atento
Fuera de la zona más turística y junto al acueducto, nos ha gustado este sitio por el servicio, la comida y las buenas recomendaciones de vino.
La carne de ternera en su punto, buenas materias primas, y en sala mucha atención sin exceso.
Dentro de un nivel medio de precios, es un retaurante excelente. Servicio super profesional con una materias primas de primera calidad y unos precios muy ajustados. Sitios así tienen mucho futuro sin que le afecten los malos tiempos.
Fuimos mi novia y yo después de escuchar buenos comentarios del restaurante, nos decidimos a visitarlo y probar su comida.Para empezar el recibimiento fue bueno y agradable.
El comedor tiene buena disposicion y amplitud entre mesas; la vajilla, cuberteria y copas fueron aceptables.En cuanto a la comida, pedimos de primero ensalada de la casa y ensalada de pimientos asados con bonito, bien.De segundo, rape a la plancha y lubina a la espalda( la guarnicion un poco floja en ambos pescados).De postre tiramisú y tarta de queso también aceptables.Agua y café.Licor de frutas invitacion de la casa.En conclusión, me esperaba más.
Este Restaurante es casi el mio de cabecera cuando voy a Plasencia.
Tomas es un gran aficionado al vino, quiere y hace lo posible por aprender más y más, tiene una buena Bodega con más de 300 referencias en la Cava-Frigorifico y más en el sótano.
La comida típica de la zona, donde sobresale el revuelto de criadilla de tierra y todo lo referente a la carne de cordero, también las chacinas son de calidad.
Es un lugar acogedor y con una agradable dirección, yo aconsejaría que se siguiesen las indicaciones de Tomás, siempre suelen ser buenas.
sin problemas de aparcamiento y con muy buena RCP.
Buen restaurante , donde tienes donde elegir tanto carnes y pescados.el servicio muy amable, precios bajos, el dueños es muy profesional en su gesto de comentar su restauran,, el vino bien,,,
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