cerramos nuestra estancia en este bonito país en este local, Nos istalaron en la bodega, decoración correcta, servicio amable con alguna excepción (nos tocó un rato una camarera bastante antipática), se esforzaban con el castellano, y muy buen pescado tal y como dice GM: salmón a la parrilla o en salsa, cócktail de gambas, fletán muy bien preparado, ensalada de entrante.
Carta de vinos más corta que en el anterior pero con precios que siguen altísimos. Servicio correcto.
Una buena opción en la parte vieja de la ciudad.

Restaurante ubicado en la populosa Gamla Stan, en una de sus vías principales pero en un extremo.
Después de pasear por la isla nos decantamos por este local, ya que parecía menos turístico que el resto. Y acertamos.
El local es rústico pero elegante y con brochazos de diseño. Las mesas, cómo no, muy juntas, pero por suerte dábamos al ventanal y nos encontramos francamente a gusto.
Degustamos un insuperable Salmón fresco cocinado como a la barbacoa, jugosísimo y con un cautivador saborcillo a carbón, y unos Escalopes de Reno con reducción de vino tinto y trompetillas, soberbio.
Carta de vinos muy correcta pero muy cara, con posibilidad de tomar un buen Cabernet o Chardonnay chileno por copas.
Servicio rápido, profesional y atento.
Para repetir y volver a tomar SALMÓN, el mejor que he probado nunca. Quedé realmente sorprendido ya que no me lo esperaba por lo populoso de la zona.