Un gran descubrimiento en Cuenca
El fin de semana estuvimos visitando esta bella ciudad y, por casualidad, dimos con este nuevo restaurante que ha abierto sus puertas hace tan sólo unos días.
En anteriores visitas habíamos probado las bondades del Figón de Pedro (caro desde mi punto de vista) y del Restaurante Raff, una de las nuevas joyas de la cocina castellana.
El "Don Pablo" se halla detrás de la Plaza de España enfrente del edificio del mercado de abastos.
El local está decorado con gusto y se aprecia que se han esmerado en su construcción y en la elección del mobiliario. También hay que resaltar el menaje con unas cuidadas cubertería y cristalería.
Como he comentado antes, el local lleva abierto escasos días y estabamos tan sólo tres mesas comiendo esa tarde. Con tan pocos clientes, los camareros estuvieron atentos y nos ofrecieron un correcto servicio.
La carta contiene una serie de 8 ó 10 entrantes, de los cuales elegimos la tempura y la ensalada de foie. Ambos platos fueron de nuestro agrado. Para el segundo plato, mi novia eligió solomillo strogonoff y yo un pastel de pescado, compuesto de salmón y trucha, cuyo nombre no recuerdo, y que tampoco nos defraudaron. Para el postre pedimos leche frita muy rica al estilo casero y una brocheta de fruta flambeada que decepcionó.
Es destacable el botellero que hay en el centro del local (como elemento decorativo) y la variedad en la carta de vinos. En nuestro caso, pedimos una botella de "Finca La Antigua" de crianza que es de la tierra, está bien de precio y no es mal vino.
El precio no nos pareció excesivo para la calidad de la cocina y lo agradable del local.
En definitiva se trata de un sitio recomendable y al que no creo que sea la última ocasión que vayamos.