Restaurante Dominio de Antargu en Madrid
Restaurante Dominio de Antargu
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
5.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
3.7
Opiniones de Dominio de Antargu
OPINIONES
6

Paso todos los días por la puerta y había oído del lugar e incluso leído criticas mas o menos regulares y no me resultaba atractivo. Pero quedamos con unos amigos a cenar y sugirieron este sitio. La entrada es algo oscura y recargada y esta ocupada en primer plano por la tienda que da paso al bar-vinoteca. Es como un pasillo ancho con las paredes literalmente tapizadas de los vinos a la venta. Los tienen clasificados por zonas pero con bastante desorden. Antes de pasar a cenar tomamos un vino y nos recomendó el Grego crianza y uno de Castilla Leon que no recuerdo bien el nombre ..Abadia de algo que me parecio bueno. Se puede elegir un vino de la tienda para la cena y cobran 6 € de descorche. Pues bien acompañados del sumiller o encargado le decimos que nos recomiende algo poco conocido en un precio máximo de 25 euros y que como tomaremos 2 botellas mejor 2 vinos diferentes. Despues de algunas vueltas nos decidimos por:
-T d’Anguix crianza. Un ribera del Duero que nos recomendó tremendamente y que optamos como primer vino
- Sofros 2008 un crianza de Toro que debería haber sido el segundo.
Pues bien ya en la mesa el sumiller que nos aconsejo desaparece supongo que debido a que él no es el responsable de sala. El camarero que nos atiende nos abre el primer vino y el olor a sulfuroso es tremendo. Se lo comentamos y nos dice que lo va a decantar. Tras 10 minutos sigue igual y se lo comentamos a lo que responde que “es que eso es un gusto muy personal”… le intento explicar que no se trata de gustos sino que es algo objetivo: huele “que tira para atrás” a sulfuroso. En vista que ni nos ofrece cambiar botella ni se baja de la burra, le decimos que abra el Sofros y mientras veremos si el vino mejora. El Sofros resulta ser un vino muy bueno.Mientras tanto nos decidimos por lo que íbamos a cenar.
A compartir:
- Ensalada de codorniz: buena. Quizá exceso de vinagre de moda y Modena a la frambuesa
- Milhojas de pulpo con salsa de pimientos. Bien pero las milhojas eran de una patata cocida un poco grande y pecaba de exceso de patata
- Raviolis de tomate, jamon y queso con salsa pesto. Muy buenos
- Tempura de verduras con salsa de soja. Correcto
Decir que habíamos pedido jamon de bellota que anunciaban y no tenían ningún tipo de jamon
Segundos:
-3 solomillos plancha con foie. Malos malísimos. El foie nos dijo que era fresco y realmente no supimos que era exactamente. Parecía un micuit deshecho con sabor rancio.
- Tartar de atun. Comentaron que regular. Con exceso de aderezos

Decir que esperamos a las carnes para volver al vino de la ribera que estaba en el decantador. Pues seguía oliendo a sulfuroso. El señor camarero ni comento nada cuando vió (supongo que lo veía) que no tocamos el vino. Como ya era tarde no nos molestamos en pedir otra botella,
Al finalizar la cena subimos a la planta primera donde tienen saloncitos para catas de grupo muy muy bien acondicionados. Comentar que el comedor es algo recargado pero muy elegante con detalles en torno al vino de muy buen gusto. Los baños de diseño impecables.
En resumen es una pena que un lugar asi no sepa dar un servicio de vino bueno de principio a fin (nos dejaron mas solos que la una una vez que pasamos al comedor) y por otra parte no cuiden la comida. Los entrantes estaban bien y las raciones abundantes pero los segundos eran de mala calidad y escasos. Los supuestos solomillos (a 19€) no pesaban mas de 125 grs cada uno.
Decir que reservamos con una promo de 50% (bebidas no incluidas) y con eso resulto 136 euros en total lo que hace algo menos de 35 euros por cabeza. Al precio de carta habría resultado un chasco total…asi solo fue decepcionante. No creo que vuelva ni a comprar vino

Vinoteca con una zona de tapeo y un mini restaurante.

Ambiente exageradamente recargado, servicio muy antipático.

La vinoteca sorprende por la gran cantidad de referencias a precios más que interesantes, pero no están en buenas condiciones de conservación. La sala de catas del piso superior, al margen del recargado ambiente común a todo el local, está con la calefacción en marcha y los vinos no están convenientemente aislados y conservados de esos excesos térmicos.

Optamos por picar algo, aunque se empeñaron en ofrecernos un menú y sentarnos en el restaurante. Como somos muy tercos, seguimos en nuestros trece y, en el restaurante, compartimos jamón (bien), un surtido de quesos que, como sólo había manchego, se quedó en un surtido de queso (en singular) y unas croquetas que sólo tenían bechamel y un exceso de nuez moscada (malas)

De beber un Espectacle 2005 (referenciado en la factura como "Priorato", cuando es un Montsant) a 85,50 euros (79,50 + 6 de descorche).

Café, normalito

En el precio incluyo el vino (éramos 4)

En una palabra: Increible.

Nadie se puede imaginar las maravillas vitícolas que encuentras dentro (estoy hablando de más de 15.000 botellas de todo tipo, denominaciones y tamaños.

La zona de catas, preciosa. Digna de ir a conocer en la planta superior.

Con respecto a la comida, fuimos 4 amigos y comenzamos con entrantes al centro para compartir: extrordinario el jamon de bellota,unas croquetas con la textura exacta, y concluir con una original ensalada de queso.

En los segundos, el metre nos recomendó el rape, y vaya si acertó. Se nota que es una cocina de mercado, donde priman los sabores primarios y los productos de primera calidad frente a otros sitios donde las salsas y aliños matar el sabor auténtico.

El tartar de atún de los mejores que he probado, muy recomendable.

El vino fué el "DA", y con una relación calidad-precio sorprendentemente buena, hizo que repitieramos botella.

El tiramisú tremendo (lo recomiendo a todo el mundo).

Resumiendo: un sitio que repetiré tanto con clientes (soy comercial y es muy habitual comidas y cenas de negocios) como con amigos. Muy recomendable.

La verdad es que no me esperaba que el sitio fuese asi,la decoracion cargante, el servicio lento, quizas porque habia una mesa de unos 30 extranjeros que seguro que se dejaron alli la vida, nosotros eramos seis, pedimos cuatro entrantes a compartir, lo peor con diferencia, unas alcachofas con berberechos y virutas de jamon 24 €, unos pimientos de piquillo con vestresca tambien a 24 ó 26 € y dos entrantes mas de ese palo (unos humildes huevos rotos y un mar y montaña de boletus con langostinos), un segundo para cada uno (mejor los segundos que los entrantes,pero caro carisimo, dios si encima no está bueno es para morirse), y menos mal que fuimos comedidos con el vino: dos botellas de Museun Real 2001 (lo mejor de la noche), en fin que salimos a 65 € por cabeza y sin ningun plato realmente destacable para recordar. Un sitio para no volver

El restaurante es un poquito recargado y clásico, lo que quizás eché un poquito para atrás.
La comida en general está bastante bien, el tratamiento y servicio es adecuado, quizás para mi gusto algo "pesado".
Por último, destacar la carta de vinos con vinoteca-tienda impresionante.
Interesante proyecto, ojalá pueda triunfar.

Bonito restaurante, quizás un poco cargado de decoración. Cocina directa y con buenas materias primas, en especial lo relacionado con pescados y verduras. Platos muy bien realizados y sin meterse por caminos que no llevan a ninguna parte.
Buena opción de carne para los carnívoros, en especial el solomillo. La parte más floja pero no mala son los postres.
El servicio fue antento y profesional, pedimos Gramona Imperial, (y nos trajeron Imperial reserva, no pasa nada por que son vinos con nombre parecido) y nos avisaron de que no estaba demasiado frio, perfecto, se soluciono de forma correcta y rápida.
El tinto, Mauro 2003. Nos pareció un poco cálido, el sumiller perfecto, lo decantó y lo enfrió. Por tanto bien solucionado, pocos sitios asumen esta observación sobre los tintos.
La carta de vinos un poco escasa y demasiado tradicional, lo único realmente a modficar para ser grande. Precios muy contenidos, ideal para no romper el bolsillo con amigos.
Volveré a ir seguro, me queda muy cerca de casa.

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