Efectivamente el horno no es de leña....
Cena con dos amigos mas y pedimos el menu que tan bien detallado esta por Dani y que evidentemente no repetire.
Tan solo añadir que este restaurante italiano esta logrando con su carta salir un poco del tipico italiano que estamos acostumbrados, ya que en su carta se puede encontrar de todo y buena prueba de ello es el pulpo que incluyen en el menu.
Ademas sigo pensando que su carta de vino es muy buena, esta vez nos decidimos por uno de los Bolgheri que tienen en carta.
Si a esto añadimos que las italianas que se ocupan del servicio de mesa son la mar de simpaticas, el restaurante se presta a ser recomendado.

Había leído tanto sobre este restaurante en Verema que ya era condición indispensable acercarme y probar su cocina.
El local es muy grande, con recovecos que se aprovechan para crear pequeñas salas que dan cierta intimidad y restan sensación de estar en un gran mesón. El horno preside la sala y le da un toque auténtico, aunque dudo que este horno sea de leña.
Éramos tres personas y escogimos el menú degustación para tres compuesto por:

- Crema de quesos con miel y nueces. Una buena forma de empezar, pues un plato sencillo pero efectivo. En este caso la miel no apareció por ningún lado y optaron por caramelo de aceto balsámico. Sacan unos pequeños panecillos especiados que están riquísimos y acompañan a la perfección a este plato.

- Pulpo con patata. Un plato que no asimilo como italiano pero vamos, el resultado es bastante bueno por la textura del pulpo, aunque las patatas me gustan más finas.

- Ensalada La Fórcola. La ensalada de la casa con canónigos, queso de cabra, jamón de pato (escaso, pero lo había) y gajos de mandarina. Bien, ensalada algo trillada ya pero aligera un poco tras las raciones consistentes de los platos precedentes.

- Vitello tonnato, el clásico plato italiano que tanto se consume en Argentina. Redondo de ternera con una salsa fría de atún. A mí particularmente es un plato que me gusta, sencillo pero bien elaborado.

- Triángoli speck y bri. El plato de pasta es al centro y está compuesto por unos triángulos rellenos de queso, una salsa de nata y unos trozos de jamón serrano en tacos. Lástima la confitura de higo que le pusieron en la base de la plato, excesivamente dulzona, carente de sentido en un plato tan rico como sacaron.

- Pizza La Fórcola. Lo mejor, la masa, pues de grosor medio, más cercana al pan, a la "coca" que se come en Valencia y que tanto me gusta. Me gustó mucho la pizza que, aunque sencilla, acabó por llenarnos tras tan pantagruélico menú.

- De postre sacaron un supuesto coulant de chocolate con un helado de avellana. Indico lo de supuesto porque se les había pasado en el horno y lo que llegó a la mesa fue una magdalena de chocolate con poca gracia. Todo sea dicho de paso que, tras el resto de platos, tampoco eché en falta el postre.

El servicio del vino es deficiente en este local, aunque observando el resto de mesas que se decantan más por los refrescos de cola y la cerveza, tampoco creo que sea un tema que les preocupe en exceso. Copas de calidad media y una carta con ciertas curiosidades italianas a precios correctos.

El menú que tomamos cuesta 17€ por personas más bebidas, etc. acabamos pagando 22€, un precio más que correcto para tal festín, aunque creo que la próxima vez que vaya me decantaré por una pizza o un plato de pasta y algo al centro para compartir. Viendo los precios unitarios de cada plato, no creo que se ahorre con esta opción, pero es que realmente acabamos hasta los topes.

En fórcola han conseguido crear un restaurante agradable con un buen ambiente, una buena comida,un buen servicio y a un buen precio, lo que le esta llevando a ser un punto de referencia dentro de los restaurantes italianos.Por lo que si no reservas va a ser complicado encontrar mesa un sábado noche.
De entradas tomamos unos creeps de esparragos y rúcula (buenos) y provolone ahumado fundido con peras y almendras (aceptable). De plato furte pasta fresca rellena de fiambre, queso de cabra y mermelada (muy rico). terminamos con un tiramisú que no nos enamoró. de beber una botella de bahia de denia a 11 euros y cafés

Dado que no soy usual de la zona, todavía no había visitado este restaurante italiano del que se desprenden buenas críticas. Al final, me decidí a hacerlo aconsejado por una amiga.
Me gustó la decoración del local, pero sobretodo me agradó su iluminación, de carácter ambarino. El personal muy correcto y educado en todo momento, aconsejando y explicando. El horno está visible desde varios puntos del local, abriendo así la cocina a los comensales y generando un ambiente acogedor.
La carta está bien, y la carta de vinos es de apreciar por variedad y extensión, en comparación con locales similares.
Decidimos pedir a la carta. En primer lugar pedimos unos crêpe de esparragos con ricotta y parmesano, muy buenos, el sabor del espárrago no se dejó enmascarar por el crêpe, el cual tenía un carácter crujiente que junto con el queso resultó en una conjunción de sabores muy buena. A continuación probamos la ensalada forcola, a base de canonigos, naranja, pasas, jamón de pato y queso de cabra, muy original. Finalmente decidimos probar la pizza forcola, compuesta por mozzarella, tomate cherry, rúcula, parmesano y jamón serrano, la masa muy bien y la materia prima perfecta, aunque he de decir que la combinación no me acabó de enamorar, otras pizzas que ví creo que van a gustar más que esta. Para despedirnos decidimos probar el coulant de chocolate, que no es de los mejores que he probado (debido principalmente a la textura). No obstante el chocolate del coulant en sí era bueno.
No pedimos vino por conducción, pero el trato al mismo observado fue bueno.
La RCP muy buena.
Como resumen, para repetir. Habrá que probar el menú degustación...

Cena para tres. Escogimos un menú degustación que incluía:
- Bolas de queso con miel y nueces.
- Ensalada.
- Pasta fresca rellena.
- Postre (helado y tarta de chocolate, ambos caseros).
Pedimos una cerveza cada uno y una botella de vino, servido en copas correctas, decantador y dado a probar, pero algo elevado de temperatura.
El local es agradable, aunque las servilletas son de papel. Buen servicio, simpático y atento. Nos invitaron a un limoncello.
Calidad a precio razonable.

Acudimos a este restaurante en un pensat i fet, acordandome de las buenas valoraciones que habia recibido en verema.
Y la verdad que no nos defraudo, aun habiendo tenido un fallo de olvidarse de un entrante, cosa sin importancia por que al final de la corrida casi lo agradecimos, pues las pizzas que pedimos eran bastantes generosas, fueron una forcola y una spek y brie, que resultaron muy buenas, acompañadas de cervezas y agua, de postre tomamos uno casero a base de una especie de brownie de chocolate caliente y helado de frutos secos, que estuvo estupendo.
Ademas de todo esto me gusto ver que la carta estaba bastante completa, con carnes y pescados incluso, tambien pude ver que disponen de clochinas, tellinas y demas, me parecio cuanto menos curioso en un restarante de este tipo (debo tener poco recorrido hecho si esto es habitual).
Ademas la carta de vinos esta bien proporcionada, con alguna referencia ajustadisima de precio, sobre todo uno que no mencionare por si es un error y la suben de precio......
El local es acojedor, bien decorado y muy comodo en general.

El caso es que me gusto y repetire visita con mas tranquilidad.

Acudimos el viernes por la noche para celebrar la cena mensual con los amigos
Restaurante situado muy cerca del barrio del Carmen, después puedes ir andando a tomar algo.
Bonito local, dos turnos para el viernes por la noche, aunque nosotros estuvimos en el primero y no tuvimos que abandonar el local hasta que cerraron.
Tienen un menú degustación, con varias entradas y luego pasta como plato principal.
La comida muy buena en general, aunque fueron un poco lentos imagino que por la cantidad de gente que había el Viernes. Destacar las entradas y luego una pasta con salsa de higos espectacular.
La carta de vinos está bien y tiene una referencias tanto nacionales como italianas con unos buenos precios. Pedimos luna berberide , drassanes y Grotta Rossa un italiano que no gustó.
El lunes repetí, fui a comer el menú de mediodía y la verdad es que todo estaba muy bien.
Pedimos de entrada un carpaccio de calabacín riquísimo y un hojaldre de pollo y setas, de plato principal atún a la plancha, de postre tarta de queso muy bueno también.
Totalmente recomendable y con una buena rcp.

Desde que me lo aconsejaron unos amigos he ido a cenar en varias ocasiones, y siempre he salido muy satisfecho.
Local acogedor con atractiva decoración, y buena separación entre mesas para disfrutar de una agradable comida. Tiene horno de leña, el cual se visualiza prácticamente desde la mayoría de mesas del restaurante.
Como su nombre indica, es un restaurante pizzería italiano y su carta se basa en platos de pasta, ensaladas, pizzas y entrantes propios de dicho país.
En esta última ocasión éramos dos, y pedimos de entrantes crepes de espárragos y parmiggiana, y de segundo una pizza por persona .Yo pedí la Fórcola, expectacular y hecha a leña. Sirven unos panes especiados que quitan el hipo, increibles!!.
Excelente carta de vinos, teniendo en cuenta que estamos en una pizzería, muchas referencias españolas así como italianas. Ya les gustaría a muchos restaurantes de teóricamente mayor categoria tenerla.
El servicio es muy amable y atento, en su mayoría son italianos. Sin duda un local recomendable y donde hay que ir si se quiere comer una muy buena pizza en Valencia

Bien aconsejado por un amigo , acudimos a comer el pasado miércoles a La Fórcola . Restaurante a tope , reserva de 3 pax para las 14,30 horas ( como hay menú entre semana no te dejan reservar mas tarde ) . Carta amplia con variedad de entrantes , pastas , pizzas así como carnes y pescados . Existe la opción de menú por 9 euros ( lunes a viernes ) o dos opciones de menú degustación a 16 euros . Nos decantamos por comida a la carta . De entrantes : tellinas a la plancha y clochinas al vapor , ambas muy buenas . Para los platos principales nos decantamos por las pastas , a saber : spaghetti bolognese ( poco original que es Juanito ) , gnocchi caseros con tomate y mozzarela de bufala ( buenísimos ) , pasta fresca rellena de setas porcini con salsa de trufa ( fué el mio , excelentes ) . Recomiendo probar el pan que te ofrecen ( unos pequeños panecillos especiados caseros , muy buenos ). Para postes , tiramisú ( muy bueno ) y helados caseros riquísimos y abundantes ( me gustó mucho el de limón ) . Comimos con claras , la carta de vinos no la vi .
Servicio joven y atento . Tanto en sala como en cocina , mayoría de italianos .
La sala , bien distribuida , sonoridad mejorable . En nuestro caso nos faltaba luz ( estábamos ubicados al fondo del restaurante con escasa luz natural . La mejor opción , una sala que existe entrando a mano derecha .
Volveremos pronto a probar la variada carta . RCP interesante .

Nos recomendaron unos amigos del trabajo este restaurante, la verdad unas de las mejores pizzas que hace años no comíamos en valencia, unos entrantes excelentes, un pan de especies exquisito y un trato muy casero y afable. Los vinos carta corta sin mas, a mejorar.