Como dije he vuelto, he repetido y volveré

Me ratifico en todo lo que dije anteriormente.
Local cómodo, bien atendido y buena comida. Está claro que cada uno cuenta como le va.
Yo no me puedo quejar.
Servicio del vino casi perfecto. Tuve que pedir que me rellenaran la copa. No estaba el sumiller.
Buenas entradas, bien elaboradas y en su punto.
Buenos pescados, aunque reconozco que tengo que especificar que nos gusta el pescado menos hecho. El atún sí nos preguntaron como lo queriamos y salió en su punto.
Los postres excelentes. Dos encargados con antelación y dos al momento. Pastel de pera "La Jalancina", bizcocho fluído de chocolate, sopa de fresas con helado de yogurt y torrija caramelizada con helado de leche. Todos exquisitos.
Para beber Naia 2006 y un vino de hielo de Canadá para los postres.
Buena relación calidad precio

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