Empezaré diciendo que no tengo amistad con los propietarios ni he estado en La Cuina de Boro, así que solo comentaré sobre lo comentado en términos generales, no respecto a este local.
1.El que el personal del local tenga amigos y vayan a cenar no es ningún delito, así que, como buen anfitrión el responsable del local que además es amigo, debe conversar con ellos. A mí, personalmente, me molesta mucho el servicio intrusivo, así que para mí, el hecho que a la otra mesa se le haga "más caso" no es, ni por asomo un punto negativo. Yo tan solo pido el servicio de un comensal más, no el de una amigo, porque no lo soy. A mí, que me pregunten cómo va la cena, sinceramente, me toca las narices. Pregunta retórica de poca miga y que no irá a ningún lado más que con un "bien" y un santas pascuas.
2. Tratar al resto de comentarios (treinta ni más ni menos) de amiguismo es, cuanto menos, osado. Así que yo dejaría de lado el resto de comentarios y valoraría lo que yo he sentido en dicho restaurantes. ¿Qué sé yo de la vida del resto de comentaristas y las amistades del restaurador? Por esa regla de tres ningún comentario, más que el mío tendría valor en Verema.