Muy buen producto y mejor relacion calidad-precio.Pescados de la lonja de moraira,buenos entrantes,recuerdo una torrija de tomate con atun;tapas clasicas de la zona,trabajan mucho con la casqueria,(sangre,mollejas,lengua,etc).Buenas frituras.Carta de vinos con algunas referencias interesantes,diferentes referencias de cerveza.Un restaurante diferente por sus propuestas.Recomendable.

Descubrimos Gambrinus de Teulada por casualidad. Somos asiduos a restaurantes porque nos apetece comer bien pero también nos gusta sentirnos cómodos con el ambiente y a gusto con el servicio. Lo que nos atrajo de Gambrinus fue que encontramos todo éso y lo seguimos encontrando cada vez que vamos porque nos hemos hecho clientes fijos. Con una materia prima excelente, Raúl en la cocina te ofrece una variedad de propuestas que van desde la cocina más tradicional, que se esfuerza por conservar (sirva de ejemplo, entre otros muchos, el exquisito putxero de polp), a la más innovadora y creativa que siempre sorprende gratamente. El personal, con Toni al frente del restaurante, te hace sentir como en casa y es muy de agradecer que tengan la honestidad de ofrecerte tanto en pescados, provenientes de la lonja de Moraira, o sea, siempre frescos, como en el resto de alimentos, un género de primera calidad. Por otra parte, la relación calidad/precio es excelente. Hemos querido manifestar nuestra opinión por una cuestión de pura justicia porque en los tiempos que corren es sumamente reconfortante encontrar sitios como éste y sobre todo personas que son además de encantadores, grandes profesionales. Muchas gracias pues, a Toni, Raúl, Inma y Vicen.

No es que suela comer en muchas,es mas me producen reparo,ya sabeis, infima calidad,peor servicio,etc.Hacia tiempo que unos amigos mios insistian,y al final accedi.En la entrada del restaurante hay una barra bastante grande donde hay una vitrina con productos frescos,ostras,navajas, cigalas,todo bastante apetecible la verdad,tomamoscuatro cañas antes de pasar al comedor,nos atendio una chica joven,morena y con gafas, muy agradable en todo momento nos dio las cartas y nos explico algunosplatos que estaban fuera de la carta y antes de tomar nota nos enseñaron una bandeja llena de pescado fresco que me acuerde habia,cabracho,corvina y pargo imperial.Pedimos para el centro de la mesa unos entrantes,unos ravioli wonton con queso de cabra,muy sabrosos,luego higado de rape a la plancha, para mi un poco crudo,pero no lo comimos todo,la chica insistio en que probaramos las croquetas de jamon y accedimos y estaban increibles,las mejores que he probado nunca.De segundos un solomillo de ciervo,un cabracho fresquisimo(nos dijeron que lo compran a los pescadores de moraira)y una corvina.Bebimos un nodus tinto de autor,tres cafes y nos invitaron a tres orujos de hierbas.Me gusto mucho, un lugar tranquilo,un servicio muy amable con una sonrisa siempre y una cocina sin pretensiones pero con un producto muy bueno.Seguro que vuelvo.tres personas,107euros