Dejándonos aconsejar por las críticas veremeras,y tras haber mandado por delante a un amigo a "experimentar",y no con gaseosa precisamente,acudimos a este restaurante por primera vez,donde J.Vicente nos presentó a un denton y una lubina,de aproximasamnete 10k.cada pieza,y que habían sido capturadas sobre las seis de esa misma tarde,según nos comentó.Optamos por el denton-sublime-que venía acompañado de dos salsas-romescu y de guisantes-y unas verduritas al vapor.!Chapeau!.
De entrantes,optamos por:
-Boquerón sobre tomate rallado y croqueta de ijada de mero sobre tártara.!vaya aperitivo!.Con dos Alhambras.
-Seis lomos de sardinas marinadas y ahumadas al sarmiento.!Qué textura!
-Quisquilla.De tamaño mediano,muy fresca,pero que .quizás por tomarlas tras las sardinas,las notamos algo sosas.
-Carpaccio de gamba roja y zamburiña.!Bocato di cardinale!!Lástima que la ración no fuera mayor!
De bebercia un Chablis(chardonney),rico.Aquí hay que reseñar que el precio de los vinos está encarecido entre seis y diez euros del precio en tienda.
De postres:Coulando de seis chocolates y helado de sanguina!bárbaro!,y sopa de frutos rojos y amaretto con espuma de merengada y helado de canela.Dos copas de Px.G.Byass 50 años y dos de Spinola,hicieron los honores a los postres.Los petit fours con los cafés también destacan,tanto la galleta de chocolate con frutos secos como una sensacional gominola demango.
Excelente trato,prfesional,ameno...Mesas amplias y correcta separación entre ellas.
RCP correcta,pues el producto lo vale,y buena elaboración y presentación de los platos.
Pd:Me queda pendiente probar los afamados gins...y algo más.

Soy de Madrid y un amigo valenciano nos habló a mi mujer y a mi de un restaurante para poder celebrar nuestro aniversario de boda, ese fin de semana que nos encontrabamos en Valencia.
No soy muy habitual en los foros de ningún tema, pero salimos tan satisfechos del restaurante que he decidido contaros que cenamos ese día en el restaurante El Bressol.

De primero tomamos unas ortigas de mar, unas oloturias y dos cigalas a la sal (que por cierto, el dueño nos las enseñó vivitas y coleando antes de cocinarlas!!!!)
De segundo tomamos detón y cabracho, estaba exquisito.
Y de postre, un postre impresionante, coulan de 6 chocolates, para chuparse los dedos!
Para acompañar esta estupenda cena tomamos un Chablis (un vino blanco de Borgoña). Nos decidimos por este vino, pero nos costó elegir, ya que había una gran variedad de vinos muy buenos y a un excelente precio, ya que como nos comentó su dueño, José Vicente, no cobran margen en el vino.
Para terminar nos invitaron a dos gin tonics que el encargado eligió entre una gran variedad de marcas.
El precio final ascendió a 121 €, que nos pareció un precio muy bueno para la calidad de los productos, el servicio y el trato que nos dispensaron. Fue una cena de aniversario inolvidable. Esperamos poder repetir muy pronto.

Bueno, que grata sorpresa la de esta noche. Como otras noches hemos decidido ir a cenar al Bressol, y al llegar allí, Jose Vicente nos informa de una novedad del restaurante: Vinos excelentes y exclusivos a precios de coste. Por ejemplo, hoy hemos cenado con un Rodano Jean-Luc colombo "Les Ruchets" Shyraz por 69 euros, un PSI de Dominio de Pingus por 39 euros y para rematar la faena un Champagne André Cloluet Brut Rose Excelente por 36 euros. Un regalo para el paladar y los sentidos. Respecto a la comida, sin comentarios hoy, ya que como siempre, genero fresco y la mejor calidad. Hoy destacamos esta medida anticrisis perfecta para los amantes del buen vino y el buen champagne.
Una gran oportunidad para probar vinos exclusivos a precios muy pero que muy razonables.
Impresionante!!!

Claramente es un restaurante que recomiendo sin diudarlo.
Desde que entre me di cuenta que estaba en un restaurante que desprende profesionalidad, buen gusto en la decoracion y excelente trato, ademas de tener un genero fuera de lo normal.
Las gambas y cigalas son excelentes, ademas acompañadas por la recomendacion del dueño, con vino blanco de Bourgone, un Pouilly-Fuisse, parece que estan aun mejor.

Dejaros aconsejar por Jose Vicente, que asi se llama el dueño, dado que tiene un gusto esquisito.
Su explicacion del genero y elavoracion del plato es digna de escuchar, dandote una leccion de hosteleria de alto nivel.

El trato y la atencion durante toda la cena fue muy correcta, acudiendo a la mesa cuando es necesario y sabiendo en cada momento lo que tiene que hacer, lo cual me trasmitio gran experiencia.

Ademas antes de empezar a cenar, mientras decidiamos que pedir, el dueño salio con varios pescados para mostrarnos lo fresco del genero.
Impresionante la cantidad, varidad y espectacularidad de las piezas.

Dava gusto ver servir tanto los platos como el vino.
Por supuesto entre plato y plato nos cambiaron el servicio, como debe ser.

Por si fuera poco, para acompañar el postre nos invito a un vino botritico del Loira.
Impresionante !!!

Tambien y como colofon, tras el cafe degustamos un gintonic preparado con un arte fuera de lo normal.
Destacar que las vitrinas del restaurante hay al menos 30 ginebras diferentes.

En resumen, fue una cena como pocas y que sin duda volvere a repetir en este restaurante.

Restaurante nuevo de hace un año, buena presentación y buen servicio.
Cocina de mercado, incluso con productos no tradicionales en carta. Buen pescado y buena su preparación.

Bodega no demasiado extensa pero de calidad, con caldos seleccionados.

Inconveniente, el precio, entiendo que excesivo. Por ello pienso que tan solo dos mesas eran ocupadas.

Es la segunda vez que visitamos este restaurante, y es la segunda vez que salimos satisfechos. aparte de las copas, cuberteria y vajilla correctas, la calidad de la materia prima se disfruta en cada plato. esta vez nos decidimos por unas vieiras con caviar de erizo y aceite de trufa blanca espectaculares, unas tellinas frescas y sabrosas, y de platos, un skrey y un mero excelentes. todo ello regado con un Rincon de montes de Toledo que maridaba perfectamente con los platos. Un postre para compartir, un gin-tonic y un ron magistralmente preparados. En definitiva, un restaurante para disfrutar de una cena y una atencion que otros solo prometen.
buena RCP. 60 euro/pax sin privarse de nada.
volveremos

Si, correcto, pero sin destacar nada...excepto el gin-tonic de Martin Millers.
Local "alargado", con buena disposición de mesas, mantelería, cubertería y coperío, - Schott-, muy adecuado.
Cambio de platos y cubertería en cada servicio; éste muy profesional.
A lo que vamos, la línea general de la comida no fue mala, pero no sé..., me quedé insatisfecho.
Materia prima de buena calidad pero.... ; me explico: las navajas, berberechos, etc, de la ensalada, que no estaba mal, las clóchinas, el guacamole con bacalao, y el pez limóm, no son caros; el micuit puede que sí, pero no destacaba.
Por cantidad, si pero...
Viñas del Vero Cabernet Sauvignon Colección Los Sasos Crianza 02, bien.
Una comida de amigos más.
Detalle; nos invitaron a un gin-tonic de Martin Millers,- islandesa-, excelente.
Disponen de más de 20 marcas de ginebra.
¿He repetido muchas veces pero?, por algo será.
Debe mejorar.

Pequeña joya gastronómica enfocada a producto. Bien comandado por Marcelino (propietario) y Jose Vicente (sala), aportan honestidad e ideas claras acerca de politica de proveedores.

Dos packs: Biter, refresco, dos botellas de agua, una copa de vino tinto.
Una ración de jamón ibérico fenomenal, perfectamente lasqueado. (9,5 puntos)
Otra de "Cora", que no son ni más ni menos, que visceras. ( 9 puntos)
Un entrecotte de "buey" + un solomillo con foie, ambos correctos (7,5 puntos)
Para finalizar, una ración de sandía y otra de melón, ambas muy dulces (9,5 puntos).
Dos cafes. Total cuenta.....90 euros.

RCP excepcional ( y si consideamos que está en el centro de valencia, aun mejor...).

Como cortesía de la casa, dos seagram gin con tónica.

Un lugar muy recomendable. Volveré a la primera ocasión que pueda.

Pequeño restaurante (apenas seis o siete mesas) atendido muy amablemente, por el que creo es dueño y camarero, por cierto impecablemente vestido.
Carta de vinos con referencias de las que tienen que estar por cada d.o. Aparte, nos comentaron que disponían de unos 40 vinos más que no estaban en carta. Probamos un valenciano, de Utiel-Requena, Impromptu, servido a temperatura adecuada y mantenido en cubitera. Copas, servicio del vino y mantelería correctas.
Tomamos de entrantes chanquetes (ensípidos), buen calamar de playa y pimientos del piquillo rellenos. De segundo carrilera en su punto (no me gustó el añadido de naranja amarga, pero es una opinión). Lo peor, tal vez, el uso de platos hondos para los segundos, una incomodidad.
A mejorar la espera entre platos. Buenos postres. Unos 40-45 euros p/p.