A pesar de los comentarios que he leido en varias paginas, solo puedo decir por mi experiencia el viernes 13 de febrero, ya que el sabado 14 dia de los enamorados estaba completo y no cogian mas reservas, fue espectacular, desde que entramos para cenar el ambiente era acogedor con velitas en cada mesa, el trato esquisito y agradable y la cena estuvo de cine, teniendo en cuenta que estaba completo el restaurante (que ya es grande). Si es verdad que esa noche no habia carta sino un menu especial de enamorados ...(2 entradas + salmonetes asados envueltos con jamon + solomillo + piononos con sopa de arroz con leche. todo esto con vinos blanco, rioja crianza, lambrusco y una copa de Möet chandon en el postre),... habra que volver para probar la cartta.

Muy bonito el entorno, la atencion correcta . Es una pena, que un solomillo de ternera y una presa iberico esten duros, la tartita quemada de queso de baja calidad , ¿ tanto dinero cuesta comprar un queso de calidad ?, alubias con carabinero aceptable, el cordero bueno, los entrantes tambien aceptables (salmorejo, ensalada verde, terrina de pulpo)
precio medio por comensal

El restaurante es precioso... amplio... cómodo... funcional... y el servicio como han dicho anteriormente es amable,correcto pero un poco descoordinado...
La carta de vinos está muy bién,hay de todo un poco,y los precios x2,el servicio de éste correcto... pedimos un Fagus a temperatura perfecta... Las copas son Spiegelau.
Ántes de empezar nos obsequiaron con un aperitivo buenísimo... una crema de calabacín con espuma de ali oli y sal negra...

3 entrantes...
Tomatitos glaseados con caballa macerada.
Salmorejo con espuma de gazpacho de remolacha,jamón y huevo.
Crema de garbanzos con carabineros.

4 platos...
Presa ibérica...
Solomillo de ternera...
Tataki de toro...
Dorada...

4 postres...
Esponjita de chocolate.
Milhoja de crema de frutos del bosque.
Canutillos de pestiño con helado de naranja sanguinea.
Poleá frita con crema de manzana y mous de pomelo.

4 copas de Px y unos petits fours

El pan era variado y muy bueno...

Todo estuvo perfecto... y la comida de lujo... desde luego que es para repetir.
Muy recomendable.

Precioso restaurante el que han abierto recientemente en Sevilla junto al río, cercano a plaza de cuba, llegando al final de la afamada c/ Betis.
Su arquitectura es de infarto, acero corten y enormes cristaleras que dan al río, las mesas se orientan para que constantemente estés mirando al río, la Torre del Oro, la Giralda y el puente de los Remedios.
En cuanto al servicio, personal muy correcto y amable, algo desorganizado y algún error con los platos (a mí me tocó el postre), pero se compensa con la corrección y amabilidad que atienden, supongo que todos los principios son duros hasta que consigues "engrasar la maquinaria".
En lo referente a la cocina, sus entrantes nefastos, las habas con aire trufado (o algo así), eran gigantes, parecían melones, el ajo blanco con sorbete de coco, nulo. Los platos principales, Cordero a baja temperatura que estaba muy rico pero el tataki de toro de lidia estaba bien pero se les había ido la mano con la soja, tremendamente salado. Los postres un sorbete de Gin tonic (mala copia del de Pedro Subijana) y una esponjita de chocolate que si merecía la pena.
En cuanto al vino las copas de mala calidad, al menos por cortesía deben preguntar si quieres oxigenar (o eso creo yo).

En resumen, un quiero pero no puede en cocina de corte moderno.