Vistas perfectas, comida irregular

Local a la orilla del Guadalquivir con la Torre del Oro enfrentada y la punta de la Giralda a la vista que en el caso de ser de noche mejora con la iluminación.
Cena multitudinaria lo que ya dificulta la valoración.

Aperitivos de entrada en la magnífica zona de la terraza con los vinos vinos y refrescos de la cena. Nada destacables los aperitivos pues simplemente eran para hacer tiempo para la llegada de todos. Subida al restaurante que también tiene las msmas vistas.
Vinos Cerro Añon crianza 2009 en tinto y un vino blanco hecho para la casa y llamado Viña Abades, más las cervezas de rigor.

Para cenar: salmorejo de fresas y frutos rojos con picadito de langostino. Plato de excelente presentación y emplatado, muy sabroso e interesante; lamentablemente fué lo único bueno de la cena.
De segunda una amalgama de productos: rissoto de calabacin con parmesano sobre el que se depositó presa ibérica y rematado con una pequeña loncha de jamon. El rissoto estaba bastante empastrado, la presa con trocos bien de punto y otros muy pasados, pero sobre todo que parecía una pìrámide de la alimentación.
De postre tarta de manzana fatalmente hecha con helado de vainilla que no aportaba más que frío para la temperatura de la tarta lo que consiguió endurecerla rápidamente.
Cafés e infusiones.

Servicio poco profesional: muchos jovencitos de pocas horas en la restauración corriendo para todas partes para conseguir un aceptable rendimiento.
Desconozco el precio.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    JoseRuiz

    Lo visité hace tres veranos y por tu valoración o tuve más suerte que tú o el cocinero ya no es el mismo.

    Una lástima porque el entorno es magnífico.

    Saludos,

    Jose

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a JoseRuiz
    Ver mensaje de JoseRuiz

    Yo estuve hace, creo, 4 años, solo en la terraza, de picoteo, y la calidad (aparte cantidad) era muy superior en el picoteo. Pensaba que al tener la cena, el picoteo previo era testimonial. El primer plato me pareció muy bueno pero el segundo y el postre parecían de menú de boda de los años 80.
    Otro tema es el del vino blanco que le traen de Huelva, según me dijeron los camareros, para el local (Viña "Abades") pero que es más que básico y ponerle tu nombre hace caer (en vez de subir) el valor de tu restaurante. Mira que hay verdejos a no llega a 2€ (en restauración) fáciles de dar salida.

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