Debería llamarse "Au riñones de ternera".

Emplazado en el encantadora zona de Les Halles.

Comprende un precioso edificio antiguo completo, maravillosamente iluminado, con sus clásicas terrazas parisinas en la planta calle y un expositor de los productos frescos del mar que ofertan en su carta, aunque el rótulo luminoso de la fachada nos anticipa el estilo de la decoración interior: abigarrada, con paredes cuajadas de angelotes, frutos y plantas, lámparas indescriptibles de cristal de tres pisos también con motivos frutales, tapicerías de polipiel y suelos enmoquetados, todo en rojo...
Nos ubicaron en un lugar privilegiado de la segunda planta, en una mesa amplia para lo que es París, y junto a la ventana. De cine.
Pese a la ornamentación descrita (espantosa a mi juicio) lo cierto es que nos encontramos francamente a gusto, con el encanto de lo inesperado.

Cocina francesa especializada, como su nombre indica, en las manitas de cerdo y demás derivados del mismo, aunque también tiene buena oferta y salida de marisco, ostras principalmente.
Un restaurante orientado tanto al nacional como al turista, disponiendo incluso de carta en español, lo que es muy de agradecer.

Tomamos dos entrantes, dos platos y un postre para compartir entre dos:

Carpaccio de manitas de cerdo con salsa vinagreta y mostaza a la antigua. ¿A qué habíamos venido? Pues eso. Sabroso, evidentemente muy graso, cortado demasiado grueso y no muy armonizado con la salsa, pero rico, rico.

Tartar de salmón de Escocia a las hierbas con guarnición de ensalada. Bien, buen género y buen corte.

“La famosa pata de cerdo” asada a la bearnesa con patatas fritas. Tremenda ración. La manita enterita y más, no se, como 30 centímetros. Se salía del plato. Iba toda ella rebozada finamente, como para sujetar y dar forma, pues su interior se deshacía. Tierna, jugosa, gelatinosa y suculenta. Un único pero: un poco fría. Ese bocado, tan especial debe estar muy caliente. Un plato “no para cualquiera”…

Riñón de ternera flambeado al Coñac. Sin duda el mejor plato que probé en los cuatro días que duró mi último viaje a París. Un auténtico espectáculo. Lo cocinó el camarero discretamente junto a nuestra mesa, tras un mueblecillo con separador incorporado. Comenzó a faenar con los aperitivos y finalizó su creación cuando tocaba servirla. Flambeando suavemente, el hombre iba, venía, elevaba intensidad, disminuía, movía, removía… Resultó un bocado exquisito: la textura del riñón, de locura, y una salsa trabadita con los jugos que exudó la víscera, el coñac y algo más que no nos quiso decir (juró y perjuró que no llevaba nada más y que él lo elaboró totalmente, que no salía ya precocinado).

Copa “La Vie en Rose” , una desacertada mezcolanza, exactamente de helado de rosa, sorbete de fresa, confit de pétalos de rosa, chantillí y merengue.

Correcta carta de vinos, por botellas, jarras o copas. Absolutamente todas las referencias, francesas. Tomamos una copa de champagne de aperitivo (15€ la copita…), una botella de Rieslig Cuvee Louis Klipfel 09 para continuar (14€) y para rematar una copa de un buen tinto bordelés, Chateau La Fon du Berger 06 (9€). Todos ellos servidos en copas que en España calificaríamos como mediocres si estuviéramos de buen humor. El tinto a buena temperatura, pero como de costumbre, el champagne y el blanco faltos de frío, aunque ambos estaban soberbios.

Servicio elegante, perfecto. Guardando las distancias cuando tocaba y atendiendo diligentemente cuando lo requerías.

Un lugar recomendable, quizás demasiado turístico, pero recomendable (para aquél que le guste este tipo de viandas claro…)

P.D.: Aconsejo, antes o después de comer/cenar, pasear y tomar algo por la deliciosa rue Montorgueil, una calle peatonal que nace en la propia calle del restaurante. Qué vida tiene, qué regustillo y qué alternancia de tradición y modernidad en los locales. Era domingo noche y estaba todo abierto, con gentes relajadas en las terrazas, cenando o tomando café, copas…

Recomendado por 2 usuarios

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar