Está un poco escondido y lo descubrimos por casualidad, y qué

Está un poco escondido y lo descubrimos por casualidad, y qué descubrimiento!quedamos encantados.

Lo que es el local no tiene una decoración exquisita ni mucho menos, pero no resulta desagradable tampoco. Sin embargo la comida, el trato y los vinos son excelentes.
Para empezar las sales que te ponen al principio ya son poco frecuentes y de gran calidad...
Comida: Cocina que juega con nuevas combinaciones sin arriesgarse demasiado consiguiendo el punto de originalidad justo. Nada de tradicional (tal vez un poco típico de esta clase de restaurantes es abusar demasiado de las vinagretas de moda, pero esta bien). Pedimos una ensalada de fresones y pato (el pato se deshacía en la boca de lo bueno que estaba), una terrina de foie (normalita) y cordero sobre leche de vainilla y puré de patatas (magnífico). De postre el souflé de chocolate estaba en su justo punto y el postre de membrillo tenía una interesante textura.

Vinos: Lo mejor de todo. Tienen una carta variada donde puedes pedirlos por copas a precios más que asequibles.

En cuanto al precio, nos costó 71euros dos personas y pedimos copas de les alcusses, jose pariente y rafaelcambra uno.

TOTALMENTE ACONSEJABLE