Restaurante Eleven en Lisboa
Restaurante Eleven
País:
Portugal
Localidad:

Añadir vino por copa

Precio desde:
101,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos y festivos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
101 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.8
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
9.1
RCP CALIDAD-PRECIO
4.5
Opiniones de Eleven
OPINIONES
5

Grande, grande este restaurante situado en los Jardines de Eduardo VI, dentro de un magnífico edificio de arquitectura moderna, con magníficas vistas nocturnas de Lisboa desde una inmensa cristalera. Local moderno con aires lujosillos, pero sin excesos. Música suave de fondo. Gran salón con mesas muy bien vestidas y separación envidiable. Pero cuidado que hay mesas con sillones de esos corridos e interminables que a mi no me resultan cómodos para mantener conversaciones.

Cocina mediterránea actualizada, pero con referencias constantes a la cocina francesa. Diría que Joachim Koerper no ha cambiado sus líneas maestras desde que lo conocí en El Girasol (Moraira). La carta contiene tres menús degustación, uno de ellos con la langosta como referencia. Además cualquiera de ellos oferta un suplemento de vinos opcional.

Servicio muy profesional, simpático y atento, pero un pelín lento.

Oferta de panecillos con cuatro variedades (el de tomate y el de olivas, realmente ricos), aceite y mantequilla.

Pedí el menú degustación (89€ sin vinos; con vinos, suplemento de otros 49€).

- Aperitivos complicados de recordar, más que nada porque el servicio no hablaba castellano y algunas elaboraciones no las pudieron traducir. Fueron cuatro pero todos ellos muy buenos.

- Terrina de foie con jalea de mandarina y miel de nueces: El micuit presentado con forma esférica y rodeado de una capita ligeramente crujiente de mandarina. Magnífico y equilibrado contraste.

- Crema de remolacha con ostra: Muy bueno también el contraste de la remolacha, muy suave, con una espléndida ostra.

- Pescado del día selección del chief: Dos taquitos de lubina muy marcada por fuera pero poco hecha por dentro y un medalloncito de langosta. De guarnición, una bolsa deliciosa hecha con una hoja hervida de hinojo rellena de unos taquitos que no pude identificar.

- Risotto de calabaza y cacao con vieira salteada y emulsión de romá: Buena ración de arroz muy bien conjuntado con el suave dulzor de la calabaza. La vieira, sin ser de buen tamaño, perfecta de punto. El plato llevaba también algo de caviar que le daba un toque todavía más rico en contrastes. La emulsión, ni sé lo que es, ni aportó nada al plato, salvo vistosidad.

- Sorbete de manzana verde con vino de Madeira: Perfecta la textura y el sabor ligeramente ácido.

- Pato cruzado de Challans con membrillo asado, cous-cous "ras el hanout" y salsa yuzu: Un muslito caramelizado, y la pechuga en filetitos marcados por fuera y crudito por dentro. Pero lo mejor fueron los impresionantes cous-cous con suave sabor a hierbas y especias.

- Selección de quesos: Buen carro de quesos pero todos ellos portuguese salvo Roquefort. Me permitieron probar cinco de ellos a cuál más rico. Sin duda el mejor, el de Sierra do Estrella o uno de leche cruda de vaca de las Azores, con claras referencias al Cheddar.

- Selección de postres que apenas puede ya probar. De nuevo, no puedo recordarlos pues ni vienen en el menú ni me los tradujeron. En cualquier caso, tras el menú me parecieron un tanto pesados por insistir en cremas y mousses con diferentes sabores.

Aún sin pedir café ni infusión, pusieron una vistosa bandeja de petit-fours realmente apetecibles. No los probé tampoco.

Carta de vinos impresionante, pero desgraciadamente excesivamente focalizada en vinos franceses y portugueses. De España, pude ver una buena oferta de Vega Sicilias y los top de Pesquera. De los terrenales, Pintia a 120€ o Alión a 165€. No recuerdo ni un solo Rioja. Lo siento, pero con estos precios, me niego. Copas de buen nivel, servicio de sumiller y perfecto servicio por lo que observé en otras mesas. Los altos precios, bajo mi punto de vista, me impide ponerle un 10.

Precio total: 101.50€ (incluidos impuestos, pan y servicio a 4.50€ y dos botellas de agua de un litro a 4€).

Al fianl resultó bien, pero casi de milagro, porque después de reservar estaba lleno y tuvimos que esperar...ay¡...esperar....eso vendría después. El servicio no es que sea lento, es tortuoso. Teníamos una mesa de japoneses al lado y ellos parecía que lo llevaban mejor...cosa cultural. La comida nos gustó...el maridaje de vinos tambien. Las vistas sobre Lisboa de noche eran una pasada...así que nos relajamos y disfrutamos de lo positivo. ¿Fueron más de tres horas para cenar?....Algo así. Serían tres, pero parecieron eleven....

Visita a este restaurante en agosto de 2008. El sitio es moderno, la localización, a mí no me gustó mucho, pero bueno.. íbamos por la noche paseando y tuvimos que rebuscar por el parque hasta que lo encontramos. Supongo que si entras al parque por otra zona lo ves antes. El local agradable y la decoración moderna sin pasarse, y las mesas bien, bastante separadas unas de otras. El servicio... ay el servicio... intentaban ser amables pero el problema era lo lentos que fueron.. 5 minutos en traernos las cartas otros, 15 en venir a tomarnos nota.. y como despiste,un ofrecimiento, se nos acercó un camarero con varias muestras de espumosos elegí uno de los rosé que nos ofrecieron... en principio pensé que era un regalo, pero con esa tradición de Portugal de que todo lo que te ponen de picar antes, te lo cobran sin preguntar si lo querías... pues supusimos a lo largo de la cena que nos lo cobrarían, pero en fin un día es un día.. El menú degustación no me llamó especialmente la atención y menos a esos precios así que nos decantamos por unos entrantes y un plato principal para cada uno. El risotto de arroz al champagne, muy bueno, pero los segundos muy sosos, la variedad de bacalao 2008 insípida y unos 39 euros el plato. El vino un blanco con madera, muy bueno, el problema lo que tardaron en venir a tomarnos nota, el sumiller que intentaba ser amable no medía los tiempos dedicados a cada mesa, y ya nos habían traído el primer entrante y él no se había pasado a tomarnos nota del vino. Lo peor la sorpresa de la cuenta, por los rosé que pedimos al principio 40 euros cada copa y sin previo aviso, no me parece correcto ciertamente, sobre todo porque recientemente habíamos estado en dos restaurantes en España con estrella michelín ( El Serbal y SantCeloni) y las copas de champagne, habían sido un regalo. En fin, no volveré y no lo recomendaré.Un timo.

Local muy bonito en lo alto del jardin amalia rodriguez dirigido por el alemán (creo) joackim koerper.
Unico 1* de lisboa y te lo hacen pagar.El sitio es moderno pero el servicio es muy clasico,me decantaron un vino usando la vela...Viaje de trabajo,tres personas,menú degustación largo 90 euros.
Aperitivo de la casa Dom perignon 98,carta de vinos mirando a todos los paises aunque los españoles eran los clasicos caros en españa y aí carissimos.El menú empezó bien:foié con melon sopa de tomate y centollo arros de calama limon y caviar,cordero y pichon...bien....corecto......sin ningun riesgo.
Nos pasó algo triste con el somiller:Queriamos, obviamente,probar vinos portugueses y al pedir consejo,no habia ningun problema con el idioma porque he vivido tres años en brasil y hablo portugues,nos dijo que estos ultimos eran "diferentes" y no los hubieramos entendido...CARA DE POKER TOTAL!!!y le dijimos de aconsejar algo en función del menú q ibamos a comer...que vino se saca???::: UN MAS LA PLANA DE TORRES...además sabiendo que veniamos de españa....nos podia haber vendido qualquier cosa(tenia dofí,vega,ermita etcetc)
Para no creerselo...encima el vino valia 75 euro si no me equivoco.
En fin...nos lo tomamos a risas

Espectacular restaurante,situado en el Jardín Amalia Rodrigues.Allí ejerce el antiguo cocinero de El Girasol (Moraira-Alicante).El único restaurante con una estrella Michelin de Portugal.Servicio de sala mágnifico,sobresaliendo el Maitre y el Sommelier.Copa de champagne a la llegada .La carta no es muy amplia y lo más recomendable es solicitar uno de sus menús:Express (39 Eur),Eleven (69 Eur) y Degustación (85Eur).Yo opté por el Eleven,acompañado de maridaje de vinos (30 Eur);aunque la carta de vinos es realmente estupenda-sobre todo de vinos portugeses...-Los platos me decepcionaron un poco ya que esperaba algo más;salmón ahumado sobre cus-cus de maiz(sin ningún interes),vieras(buena materia prima y nada más),sopa de castañas con hongos y trufa (lo mejor de la noche),chuleta de cerdo iberico con hierbas aromaticas(simple),tabla de quesos(muy buenos ,así como su preparación )y crema de naranja con chocolate.Vinos:Rielsing,blanco douro,tinto douro,oporto LBV y de propina un icewine "mágnifico" .Total 200 Eur/2personas .Recomendable por el lugar y ese servicio de sala ,que por desgracia no abunda en Madrid.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar