Tras muchas comidas carnívoras, se plantea una variante: la paella. Dicho y hecho: encargamos una paella valenciana de pollo y conejo.
Seis para comer con las clásicas cervezas y papas de elaboración casera como aperitivo. Un pan correcto sin más y un buen aceite L´estornell de arbequina que casi no da tiempo de probar entre platos por la rapidez de servicio habitual y más estando el jefe sentado a la mesa.
Para beber, aparte de agua sin gas, vino tinto, un bobal sencillo Caprasla, que cumplió.
Para comer a medio día:
. jamón ibérico: cortado a mano, maduro, ajustado de grasa y buen sabor
. alcachofas plancha: añadir sal y aceite para las primeras de la temporada
. ventresca con mahonesa y pimenton rojo: algo más seca la ventresca que en otras ocasiones.
. calamar plancha: pieza de tamaño XL, bien hecho, tierno y algo falto de rock and roll
. paella de pollo y conejo: de capa fina, comida al centro, con sus alcachofas, perfecto punto de arroz, tras el secado al horno de moda, con abundante carne que quedó algo seca (hasta sobró). Buena opción.
. postre al centro: helado de coco, fresas, pìña natural y tocino de cielo: buena mezcla de dulce y cítricos con el complemento del helado.
. cremaet: bien hecho y ajustado de azúcar.
Una larga sobremesa arreglando el pais. ¿Y de arroz, qué? Pues de arroz una buena y clásica paella.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.