Hace algunos años que no visito este templo del pescado y marisco en Badajoz y casi aumentaria a Extremadura.
Mis recuerdos siempre son gratos, cualquiera de los platos solicitados siempre han sido un acierto, para mi la merluza con almejas en salsa, siempre ha sido mi favorito, sin olvidarse de los excelentes bacalaos, los rapes buenísimos, sobre todo el de la cazuela, los diferentes pulpos, todos ellos debidamente preparados y por ultimo las gambas al ajillo, que son gambas frescas y no langostinos pequeños como en algunos sitios.
De las carnes no puedo comentar mucho, pero se que el bueno de Paco, se dedica en cuerpo y alma al negocio y compra en sitios de entidad y de toda garantia.
Tiene un patio precioso a la entrada del local, donde se puede comer en primavera y verano, no hay problemas para aparcar.
Un defecto, la carta de vinos, solo de Ribera del Guadiana y algunos blanquitos de fuera y los tipicos de siempre, el servicio del vino tampoco es para notable.

Fiandome una vez más(la última)de Gourmetour,el pasado lunes fui con mi esposa a este restaurante.El servicio,señoritas portuguesas,absolutamente inexperto.Tras preguntar al maitre si el rodaballo era salvaje,lo pedi,y me trajo de criadero.No lo devolvi,pues era de buen tamaño,y el hambre azuzaba.El bacalao,soberbio de sabor y generoso,lo asesinò el cocinero,con un pil pil,que era aceit puro y duro.Servicio de vino inexistente.Caro y eso si pedi un licor de hierbas y me cobraron 3 euros por un chupito.No volvere.