Hablamos de un clásico en Denia que empezó ya en los ochenta con un estilo afrancesado, sin perder protagonismo los pescados de la zona, y ha derivado hacia una cocina de mercado con gran producto, punto de coción exacto y buena prsentación.

Tomamos el menú que varía de 25 a 35 según el segundo que pidas (arroces, carnes o pescados). Antes bocadito de atún marinado con sopa de pan tostado, sardinas marinadas sobre salmorejo y ajo blanco, pulpo con patata encebollada y crujiente de panceta y canelones de marisco. De segundos "pagell" y pescadilla muy muy buenos. Postres a base de helados artesanales. Cocina bien elaborada, destacando la selección del producto. exquisitos los petit fours.

Entorno agradable en la terraza (dentro muy acogedor), servicio profesional, tal vez excesivamente rápido (eso va por gustos). La carta de vinos extensa (de las más en la zona). Tomamos en Vallegarcía Viogner en la cena y dos Tojaki Aszú 4 Puttonyos después, ambos excelentes (temperatura acertadísima).