Restaurante El Gran Barril en Madrid
Restaurante El Gran Barril
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:

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Cierra:
ningún día
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Opiniones de El Gran Barril
OPINIONES
3

Atendiendo a una invitación de tipo profesional acudimos a este restaurante perteneciente a un grupo de importante renombre en el sector de la restauración madrileña.

Local hermano del que está justo enfrente en la calle Goya con una larga trayectoria a sus espaldas. En este caso es una amplísima superficie repartida en dos niveles con un gran espacio de barra, muy concurrida con “algún@ famosete” incluido . Mesas en los dos niveles, con espacios más íntimos e incluso reservados como en el caso concreto que nos ocupa , en la parte de abajo. Atmósfera moderna, luminosa, muy bien insonorizado para la cantidad de público congregado, con sensación aséptica y de limpieza aunque un tanto impersonal y falta de calidez. Esto ya es un cuestión personal, pero en todo caso irreprochable.
Mesas amplias, con buena separación, buenos manteles y servilletas con una vajilla moderna y bien cuidada, cristalería schott zwiesel cubertería de calidad.

Nos dimos cita once comensales en unos de los mentados reservados de la parte baja con motivo de darnos a conocer un vino ante su inminente salida al mercado. Vino que por otra parte fue el que nos acompañó durante toda la comida servido a perfecta temperatura con rellenado de copas continuo. Para puntuar el servicio del vino tendremos en cuenta lo anterior y una carta bastante amplia con buena representación de blancos y espumosos más acordes con las propuestas culinarias que aquí predominan.

A modo de entrantes y al centro de la mesa lo elegido fue lo siguiente:
Camarón gallego: Buenos aunque algo faltos de emoción. Es decir no llegaban al punto “ese” de memorables.

Pulpo a la gallega: Igualmente . No podría hacérsele ningún reproche , pero nos quedamos a las puertas de la excelencia.

Ensalada de tomate con ventresca y cebolleta : La única manera de elevar a la categoría de sublime este plato tan ”ancestral” en nuestras mesas, es conjuntar unos ingredientes de primerísimo nivel para que el resultado global sea superior a la suma de las partes….y tampoco llegamos ahí.

En estos entrantes hay que incluir a modo de aperitivo unas huevas de merluza con vinagreta.

Como platos principales hubo “quórum” en cuanto que todos comimos pescado (tampoco hay que olvidarse que es junto al marisco el ingrediente principal con el que trabajan). Además de los que había en carta nos sugirieron atún que fue lo que comimos la mayoría de comensales, dando la opción de prepararlo en tartar además de plancha. Yo elegí la opción primera y esto es como todo… hay tantas formas de elaborar esta preparación como cocineros que la hacen y hemos de decir que en este caso que a un pescado de primerísima calidad se le unió una forma de hacerlo extraordinaria, dando como resultado un bocado exquisito, aliñado con alegría, picante subido…lo mejor de la comida dentro del aspecto culinario.
Postres con buen aspecto para quienes lo pidieron, no es nuestro fuerte el apartado dulce, y finalización con un cortado más que aceptable.

No puedo decir lo que costó, pero tampoco hay que ver más allá para deducir que la materia prima con la que trabajan no es barata precisamente. Servicio profesional aunque un poco resentido por la alta ocupación.

Local que cuenta con un montón de incondicionales y que en un momento dado hasta puedes llegar a entenderlo.

Nueva visita a este restaurante de la calle Goya, C, buena materia prima como dice Paco, entrantes de marisco y a tener en cuenta excelentes gambas de la zona de Alicante, arroz con bogavante sabroso y al punto justo de cocción, y finalizamos con unos canutillos de crema, el vino Albariño Maestro Mateo, buena acidez un tanto seco, pero de un mareaje digno con lo citado con anterioridad

Es un restaurante que en la parte superior tiene una barra comoda, grande y un mostrador de marisco fresco que se lo hace traer todos los días de galicia, sin perder otros productos del resto de España.
En esa planta tambien hay una bodega acristalada y una cava de puros.
La escalera de bajada hace a la vez de separación del restaurante informal para fumadores, en la parte inferior nos encotramos con el restaurante, con mesas amplias sin agobios.
La carta es clasica y sin ninguna mencion salvo el marisco.
Tomamos unas gambas de huelva cocidas y unas gambas rojas de alicante a la plancha, en su punto justo y exquisitas, una ensalada de yemas de esparragos, sin historia, una dorada a la sal, correcta.
Unos sorbetes de cava excesivamente dulces.
Lo acompañamos con un Ossian 2006, la carta de vinos esta muy anarquica, con algunas referencias interesantes y con algunos (los menos) muy buenos precios, el resto altos.
RCP, teniendo en cuenta el marisco, podriamos decir que bien.
Merece unas cañas con algun picoteo del mar en su barra.

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