Así, como lo digo. Tomando un vinito en la taberna del fallecido Pepe Peregil, entablamos charla con el manager del risitas -que andaba por ahí en algún bolo- (si, el del "cuñaaaao") y nos deriva a este histórico chiscón de la ciudad. Como había hambre allá vamos a degustar las tapitas locales (de las mejores del periplo sevillano, sin duda):
- Garbanzos con espinacas: subiditos de picante y comino, para comerse una fuente.
- Arroz de la casa: con verduras, meloso y perfecto de punto, muy sabroso.
- Carrillada de cerdo ibérico: especiada, fundente... sublime.
- Ensaladilla rusa: trocitos bien picados pero reconocibles, muy sencilla (huevo, patata, gambas y mahonesa) pero en la línea de todo lo degustado, muy buena.
- Croquetas: de bocado, muy chicas y no del todo de nuestro gusto, ya que la bechamel estaba quizás demasiado compactada. No obstante, aceptables.
Sin postre, y con unas cervezas Cruzcampo mal tiradas -algo que nos encontramos con mucha frecuencia en nuestro tour andaluz- salimos por unos 12 euros por barba. Huelga decir que salimos encantados.
si, ya te digo, en Andalucía (generalizo porque pasamos por 5 provincias de la Comunidad) parece que se tercia tirar la caña sin presión, lo que hace que la espuma quede desbravada al primer trago y que apenas lleve gas el trago... llámame purista, pero me gusta una caña que mantenga espuma y presión hasta la última apurada!
Un saludo, Manuel.
Purista no , cuando tomas una caña bien tirada , ya no es lo mismo tomarla mal tirada.
jaja la recomendación del cuñaoo ya prometía, y efectivamente la cosa se cumplió; gracias por comentar!
Un saludo, Manuel.
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