Restaurante El Rinconcillo en Sevilla
Restaurante El Rinconcillo
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
12,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
6.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Opiniones de El Rinconcillo
OPINIONES
9

No fue una experiencia inolvidable pero no estuvo mal. La definiría como histórica por el lugar, pasable y digna por la comida , seguramente lo mismo por el servicio y barata por el precio ,claro. Antigua taberna de Sevilla, . Típica y algo tópica. Fritura pssss..., salmorejo pssss, gazpacho psssss y berenjena rellena psss y algo agobiante. El servicio castizo , pasable y sin hacer demasiados esfuerzos, los mínimos , pero bueno bastaron. Seguramente espèraba más, nada estaba malo, pero tampoco muy bueno, como se dice ahora, sin más. La cristalería necesita actualización y renovación.

Últimamente me está llamando la atención el conocer tabernas con cierta tradición histórica o popular sea donde sea. Lo difícil es separar lo auténtico de lo puramente turístico. Si que es verdad que a este local de tan larga tradición popular sevillana y alejado del centro histórico también se acercan turistas ocasionales, pero me da que son aquellos que intentan buscar algo más que los tópicos turísticos de cada localidad.

Cuando entré me pareció retroceder unos 100 años. ¿Ambiente rancio? Pues para mi no, aunque ellos saben que mantenerlo les resulte rentable al marcar distancia con los bares tipo standard. Una barra añeja sin taburetes a la entrada tras la que se sitúan unos camareros eficientes y simpáticos a más no poder. Son camareros que parece que han nacido tras la barra y que no se han movido en la vida de allí. Curioso verles apuntar los euros de consumición con tizas sobre la madera de la barra. ¡Qué ganas de agradar! ¡Qué diferencia con los que me atendieron ayer en la más moderna gastroteca Taberna Poncio!

Carta bastanta amplia ofreciendo platos típicos de la cocina sevillana con ensaladillas, chacinas ibérica y quesos de oveja, frituras, guisos, etc. Se ofertan hasta en tres formatos (aunque no todos): tapa, media ración y ración entera. Precios muy populares. Me quedé en la barra, de pie, hablando de vinos con un camarero y poco después con uno de los hermanos propietarios del local (de nuevo las dificultades para hacer rotar los vinos salió a la palestra). También disponen de salón comedor para comidas más formales, pero creo que no es lo suyo.

Típica cestita con pan y picos que no cobran.

Cena para uno solo:

- 2 tapas de espinacas con garbanzos: Pedí una tapa para comprobar si de verdad es una de sus especialidades y el resultado es que no tuve más remedio que repetir. El comino, pimento y vinagre bien conjuntados con la verdura y legumbre. Casi tan buenas como las de mi mujer, je, je.

- 1/2 ración de pavías de bacalao: 4 tacos alargados de bacalao bien limpio y desalado, pero para mi gusto con una gabardina algo gruesa. Se me hicieron algo pesadas, sobre todo a medida que iban perdiendo temperatura. Pequeña desilusión.

- 1 tapa de carrillada de cerdo ibérico en salsa: Mira que estoy harto de las carrilladas, pero el guasón del camarero me tentó a que probara otra de sus especialidades. Melosita y con la salsa ligadita. Vamos a dejarla en un bien a secas.

- Flan de la casa con cabello de angel: Menuda sorpresa cuando me llevé el primer trozo a la boca y resultó ser de queso. Bien de textura y sabor. Lo que me hizo casi levitar fue el mezclarlo con el cabello de angel que aquí preparan de maravilla (sin demasiado azúcar).

En cuanto a los vinos, pues para ser una taberna no está nada mal, aunque solo me centré en los 20 vinos de Jerez y Sanlúcar que sirven en todas sus variantes y por copas. Tomé un par de manzanillas Sacristía AB y un par de Fino Especial La Panesa, servidas correctamente. Difícil lo tenía la manzanilla con el guiso de espinacas, pero aún así aguantó.

Precio total: 31.80€ (inc. IVA y las cuatro copitas de vino a 4€ y 4.50€ cada una).

Nota 1: El precio que indico sería tomando 5 tapas sin bebidas.

Notas 2: La valoración de los apartados se corresponden con el tapeo en barra.

Así, como lo digo. Tomando un vinito en la taberna del fallecido Pepe Peregil, entablamos charla con el manager del risitas -que andaba por ahí en algún bolo- (si, el del "cuñaaaao") y nos deriva a este histórico chiscón de la ciudad. Como había hambre allá vamos a degustar las tapitas locales (de las mejores del periplo sevillano, sin duda):

- Garbanzos con espinacas: subiditos de picante y comino, para comerse una fuente.
- Arroz de la casa: con verduras, meloso y perfecto de punto, muy sabroso.
- Carrillada de cerdo ibérico: especiada, fundente... sublime.
- Ensaladilla rusa: trocitos bien picados pero reconocibles, muy sencilla (huevo, patata, gambas y mahonesa) pero en la línea de todo lo degustado, muy buena.
- Croquetas: de bocado, muy chicas y no del todo de nuestro gusto, ya que la bechamel estaba quizás demasiado compactada. No obstante, aceptables.

Sin postre, y con unas cervezas Cruzcampo mal tiradas -algo que nos encontramos con mucha frecuencia en nuestro tour andaluz- salimos por unos 12 euros por barba. Huelga decir que salimos encantados.

Para nuestro último día en Sevilla, decidimos revisitar el restaurante El Rinconcillo al que habíamos ido por primera vez en el 2006. El restaurante fue fundado en el año 1670 y está regentado actualmente por la misma familia. Es un clásico del tapeo para los sevillanos. En la planta baja se encuentra la taberna típica como antaño únicamente para tapeo y en el primer piso se encuentran los comedores del restaurante donde preparan una cocina tradicional andaluza.
La decoración es clásica a la antigua, las mesas están bien servidas y bien separadas, las copas son correctas. El Servicio en general es bueno.
Fuimos a cenar el viernes por la noche. Eramos tres comensales. Menos mal que había reservado antes porque el restaurante estaba hasta los topes.
Mientras decidíamos lo que íbamos a cenar nos trajeron unas buenas aceitunas y los picos de rigor...
Para empezar decidimos compartir dos raciones de jamón ibérico Bueno.
Continuamos con 2 rapes a la marinera que estaban buenos, bien logrados pero que los hemos comido mejores. Mi hija tomo un señor entrecote de vaca gallega acompañado con patatas fritas de la casa, que estaba delicioso. Lo probamos todos.

De postre, MC y yo tomamos cada uno un flan de queso que estaba bueno y Anaïs una ración de queso manchego curado, que también según nos dijo estaba bien.

Finalizamos con 2 cafés y 3 chupitos invitación de la casa
Regamos la cena con una botella de Naia (Verdejo)DO Rueda y con una botella mediana de agua.
Precio por persona 40 €. RCP correcta.

Recomendable si se desea comer cocina tradicional andaluza, y disfrutar de un buen producto en un buen ambiente pero sin buscar innovaciones culinarias. Lo mas significativo es su solera. Seguramente volveremos.

Acudí atraído por las buenas sensaciones descritas y, francamente, esperaba algo más.

Local antiguo, bonito pero con cierto olor a rancio en el ambiente. Una barra no muy grande al principio del local y unas mesas al fondo, juntas, no demasiado espaciosas, digamos que con espacio suficiente. Creo que hay un piso arriba -no lo vimos- y nos quedamos abajo.

Servicio amable, bebimos cerveza. Vimos la carta de vinos por eso bebimos cerveza, no había rastro de ese Aalto PS 2001 que refiere Antoliano (allá por 2008) y el Torre Muga lo han actualizado de precio. Poco más vi en la carta.

Tapeamos unas gambas de Huelva que no eran frescas pero si estaban extremadamente frías. Psé.
Un buen morcón ibérico cortado excesivamente grueso.
Un revuelto de jamón y champiñones, normalito
Unos boquerones fritos templados (llevaban hechos un tiempo)

No postre y no café

IMPRESCINDIBLE

Emblemático lugar, camino de los 3 siglos y medio de historia, en pleno casco antiguo (¿Barrio de Santa Catalina?), a 10 minutos (a paso ligero) de la Estación, que es lo que me interesaba, y a 5-10 de la Catedral, ya desde su entrada se respira sabor sevillano, y si no, da el pego por completo, aun así, había bastante turista para ser un miercoles a las 2 y pico. El servicio es rápido y eficiente, un poco malencarado y sin una sonrisa de más, se nota que es una recomendación de kaukonen (badabumbum chassssss). Me limité a tapear en al barra, tampoco me fijé en la oferta de tintos, pedí un par de finos (Tio Pepe a 1,80€), y una caña (1,60€).

En cuanto a lo que comí, una pavía de bacalao de pvta madre (creo que se dice así) a 1,90 €, una tapa de arroz con chorizo (¿ibérico?) y champiñones (1,90 €) ya que vi que mucha gente al pedía, y tenían pinta de habituales del lugar, sencilla pero rica, una de Presa a la pimienta excelente (2,80 €), y una inolvidable tapa de espinacas con garbanzos, inolvidable porque me acompañó todo el viaje de vuelta en el AVE hasta Zaragoza, pero he de reconocer que puede ser algo personal, ya que no llevo muy bien lo del comino (y esta llevaba en cantidad ingente), me pasa parecido al pimiento en la CS, me aturde los sentidos, y no puedo con ello (si abunda). Además dispone de raciones y 1/2 raciones, y unas chacinas con una pinta incrible, de las que pienso dar cuenta la próxima vez que vaya, porque volveré seguro. Total 12,90 € saliendo completamente (o casi) comido.

Por no abrir otra ficha: Ya que estaba por ahí, y me habían hecho otra recomendación, entré a un par de puertas del local en la Giganta, lo que vi, y la oferta de tapas tenían una pinta excelente, me pedí una manzanilla y un mollete de salmorejo con bacalao que estaba bastante rico (4,05€ ambos).

Celebrando el 80 cumpleaños de mi padre, me lleve la agradable sorpresa de este bar convertido en restaurante en la primera planta.
Como siempre exquisito el JAMON, muy bueno el queso, EXTRAORDINARIAS las espinacas con garbanzos y las pavias de bacalao. Después de "jartitos" de jamón y estas maravillas, pedimos cada uno un plato, muy bueno el arroz con marisco, cualquier tipo de carne y el bacalao con tomate y al ajo arriero.
La carta de vino con dos joyas el Aalto PS 2001 a 65 € y el Torre Muga 2004 a 48 € (más barato que en cualquier tienda). Extraordinario el último, también pedimos lógicamente los calditos que le gustan a los demas, lease Viñas Albinas, Montes Reales, Marqueses de Riscales, etc., etc.
Muy acogedor, buen servicio, copas adecuadas, aunque un poquito flojas, se rompieron 6, bueno hay que decir que eramos 17 mayores y 4 de 13 a 10 años.

Adentrarse en El Rinconcillo es volver a otra época. Resulta fácil imaginarse cómo se vivía en un bar de Sevilla del siglo XVII la tapa, si es que por entonces ya tenía este nombre. Sin duda alguna el ambiente que allí se vive te hace olvidar la cola, la incomodidad del sitio, de comer entre la barra y el tonel.
Las tapas y platos todos riquísimas: las pavías de bacalao, los chocos, las espinacas con garbanzos, las carrillada...
Y para beber finito bien fresquito (para quienes no nos gusta la cerveza) o una manzanilla.

El restaurante(Bar) más antigüo de Sevilla(mediados del siglo XVII),no hace mucho tiempo que lo reformaron,situando el restaurante en la planta superior y la taberna en la baja.Local curioso y simpático,servicio correcto y menú tradicional bién elaborado.No podeis iros sín provar sus garbanzos con espinacas o sus pavías de bacalao...

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