Restaurante Casa Botín en Madrid
Restaurante Casa Botín
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
56 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.4
Comida COMIDA
6.4
Precio medio entorno ENTORNO
8.7
RCP CALIDAD-PRECIO
5.4
Opiniones de Casa Botín
OPINIONES
7

Comida para cuatro un domingo a mediodía.
Ubicado en el centro histórico de Madrid, a escasos metros de la Plaza Mayor y, según parece, fundado en 1725, este establecimiento es toda una referencia y una institución en varios aspectos: por la dicha fecha de apertura; porque, según dicen también, Goya trabajó aquí; porque aparece citado en alguna obra literaria y por la solera de sus hornos, de donde salen asados cochinillos y corderos troceados.
Las salas se encuentran ubicadas en diferentes estancias y pisos, ya que se trata de una gran casa con espaciosas dependencias.
Las mesas, bien vestidas y rodeadas de no demasiado cómodas sillas, están más juntas de lo que sería deseable, mientras que el entorno y la decoración se halla en consonancia con el estilo clásico madrileño del restaurante.
Nos encontramos con dos turnos de comida (13:30 y 15), previa reserva. En el primero, el nuestro, el local estaba lleno.
Pedimos unos calamares a la romana y unas croquetas y morcilla como entrantes, todo correctamente presentado y en su punto de fritura. De principal optamos por el cochinillo asado, de buen sabor y poco más. No me puedo extender mucho en la elaboración al tratarse de cocina clásica sin un atisbo de innovación. Es lo que hay.
En cuanto al vino, Tagonius crianza '04 (22€ sin IVA), a temperatura correcta, en copas de batalla, dado a probar y servido sólo a los chicos (las mujeres se ve que beben agua). Carta de vinos extensa y a precios no excesivamente abusivos.
Quitando el detalle del vino, el servicio es profesional y atento.
Café normalito pero carísimo (2,50€ sin IVA un solo).
Se trata, en definitiva, de un restaurante tradicional y de cocina clásica sin más pretensiones ni sorpresas, en su entorno histórico.

Restaurante ubicado a escasos metros de la plaza mayor.Según te decides a entrar ya notas el ambiente de un restaurante de toda la vida con su sabor castizo, y clásico.
Las mesas demasiado juntas, pero están bien vestidas. El servicio muy profesional.
El restaurante merece la pena conocerlo, aunque demasiado turista por su historia y por la zona donde esta ubicado.

Para comenzar, Jamón y Lomo de bellota y unos pimientos asados con bacalao (todo bien), como platos pricipales cochinillo y lechazo, realizados en ese fantastico horno de leña, muy bien.

Bodega extensa con diferentes D.O, buen servicio del vino con una temperatura correcta con decantamos por Muga D.O. Rioja

Para terminar, solicitamos un poco de queso con membrillo. Cafe e invitación de orujo por parte de la casa.

Es totalmente recomendable conocerlo, por los platos principales, el servicio y la historia de este restaurante.

Se trata, según ellos, del restaurante mas antiguo del mundo (lo dice tambien el Guinness) ya que fue fundado en el 1725. Entras y te encuentras con un sitio de esos "típicos", antiguo, con sabor castizo, y ya desde la puerta percibes el olor que emana el horno que está justo en una estancia enfrente abierta, donde el cocinero asador, tiene apiladas en baldas de madera, cien raciones de cochinillo y cordero lechal, a punto de darle el último "fuego" para el servicio a mesa.

Las mesas están bien vestidas pero están muy juntas y cualquier intimidad es compartida inmediatamente. El servicio es profesional pero dirigido al turista, así ves a un Sr. que te recuerda una peli de Berlanga dirigiendose en perfecto Spanich-Inglis a un guiri con una comunicación entre ambos asombrosa. Es un espectaculo este que ya hacia tiempo que no vivia, pero bueno, pasé un buen rato fruto de la observación del lugar, la gente, el servicio, la carta y la comida amén de la literatura sobre el restaurante que te entregan al entrar.

Gastronomicamente hablando ya es otra cosa, tomamos de entrantes Jamón Ibérico de lo mas normal y luego una ensalada Riojana correcta. De plato fuerte cochinillo Asado y Cordero lechales asados que, sinceramente, no valian nada nada, incluso nos dejamos. De postres Biscuit con Higos y nueces que ni fu ni fa y Arroz con leche correcto solo.

La carta de vinos es amplia y cara, pero es Madrid. Tienen referencias de casi todos las denominaciones y sirven en copas correctas y a temperatura. El servicio consiste en el descorche. Tomamos un Lurton Cuesta Grande al que le faltó oxígeno y agua mineral

Resumen, sitio pintoresco y turístico pero una castaña gastronómica.

Es un mesón con mucho sabor que está bien para llevar a alguien que esté de visita en Madrid y le quieras enseñar un lugar típico.Hornos antiguos,cueva,la tuna dando la serenata,en fin ambiente bastante turístico y distendido.La comida es correcta y el servicio también, aquí se viene a comer cochinillo principalmente.Si alguien tiene alguna dificultad de movilidad es recomendable pedir mesa en la primera planta ya que las escaleras son un poco incómodas.No se puede fumar.

Sólo por el hecho de ser, o eso dicen, el restaurante más antiguo del mundo, que Goya estuviera de fregaplatos y la cocina típica que dan, ya basta para hacer una visita. Tiene una carta amplia y buena, y un servicio, amable y eficiente.
Probamos un cochinillo y una sopa de ajo extraordinarias. Un vino de Madrid que fue un hallazgo, Tagonius, francamente bueno y que acompañaba muy bien el cochinillo. Y un postre, un arroz con leche como los de antes, cremoso, con limón y canela, extraordinario.

Botín fue descubierto por la gente del Guinness como el restaurante más antiguo del mundo, y sin embargo goza de una eterna juventud, tanto en su carta, que los asíduos recitamos de memoria, como en el servicio, amable y eficiente.
En tiempos de crisis, cuando se tambalean los fantasmas de lo tecnoemocional o similares; los lechones de Botín, salen del horno con una sonrisa de ironía. En esa cocina, tres siglos les contemplan. No se puede imaginar una visita a Madrid sin pasar por tan excelso lugar. Lógicamente, el entorno resulta extraordinario por su propia historia.

El restaurante más antiguo del mundo... Ya sólo por eso merece la pena visitarlo. El edificio data de 1590 y la primera constancia como lo que es ahora viene del 1725,incluso Goya estuvo de fregaplatos,o eso dicen.Lo más destacable de su cocina son los asados,el cordero y el cochinillo,decidle al camarero que os enseñen los hornos,lo suelen hacer mucho.

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