Un lugar interesante, distinto. Tiene varias plantas. Lo mismo te puedes tomar allí un café, una cerveza, una copa (con actuación musical incluida) o sentarte a comer / cenar en un comedor excelentemente decorado y con unas vistas al mar impresionantes.
La comida se divide en dos tipos (española y oriental). Muy buenos platos, buena materia prima, buena elaboración y mejor presentación. Raciones correctas.
El trato muy amable, aunque algo lento uno de los dos días que fuimos (el otro, correcto).
Razonable RCP (entre los 30 y los 45 euros por persona, vino incluido, depende de lo que pidas, claro, pero hay mucha variedad donde elegir).
Para terminar tienen como unas camas o macrotumbonas cubiertas así en la terraza con el mar justo detrás, para sentarte a reposar la comida degustando tu copa o tu café mirando al infinito...
Un lugar para visitar. Bastante recomendable.
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