Servicio inmejorable

Fuimos a comer en una corta escapada a Valencia, al ser fin de semana estaba tranquilo a la hora de comer, imagino que por la noche la cosa cambia. Pedimos de entrada un crujiente de queso de cabra y unas croquetas de bacalao, las dos entradas muy ricas. Luego pedimos una fideua de sepionets y setas, estaba de muerte, hacía tiempo que no tomaba una fideua tan casera. Para beber un Ebano 6, un ribera con 4 meses en barrica que nos gustó bastante y con buena rcp. Después del café tomamos unos gin-tonic muy bien preparados, el de pomelo no lo había probado nunca y está genial. En resumen un sitio muy recomendable, la decoración muy actual y acogedora, buenos platos, cubertería y copas, comida bien elaborada con el justo toque de modernidad, y lo mejor el servicio, se nota que al dueño le gusta lo que hace.