Restaurante Gas 26 en Vilanova i la Geltru
Restaurante Gas 26
País:
España
Provincia:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
16,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes y Martes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
56 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.1
Comida COMIDA
8.8
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
8.8
Opiniones de Gas 26
OPINIONES
10

Después de una pausa demasiado larga, el restaurante Gas 26, para nosotros sin duda alguna el mejor restaurante de Vilanova i la Geltrú, ha vuelto a proponer una cena de maridaje con alguna de las mejores y mas interesantes bodegas del país. En este caso la escogida fue Loxarel, una pequeña bodega familiar de la D.O. Penedés, dedicada al cultivo ecológico siguiendo la filosofía biodinámica.
Empezamos con un aperitivo, un Bloody Mary algo picante con una espuma de apio, francamente potente, pero que combinaba de forma excelente con el vino propuesto, un Xarel.lo del 2014, refrescante y un punto ácido. Su único defecto era la facilidad para beberlo.
Con el entrante, unos exquisitos makis de salmón, menta y mango, nos fue propuesto la sorpresa de la noche, un Xarel.lo de 2014, igual que el anterior, pero sin filtrar, denominado, por ese motivo "A Pel". Este vino, algo turbio, nos ofreció una variedad de aromas y de sabores realmente notable, en claro contraste con su hermano "filtrado", mucho más directo, pero menos complejo.
El mar vino a nuestra boca a través de una vieria con salsa de calçots i panceta, un gran plato, en el cual la contundencia de la salsa no eliminaba la delicadeza de las vieras, en su punto perfecto de cocción. Un buen rosado, el Petit Arnau 2014, acompaño con dignidad un plato elaborado y lleno de contrastes gustativos.
Una impresionante hamburguesa de butifarra, con texturas de pimiento rojo, perfecta en su punto y magnífica por los contrastes obtenidos (dulce y salado), tuvo en el "Amaltea", un coupage de Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Merlot, un excelente compañero.
Para terminar, como no podía ser de otra manera, un bizcocho a la naranja con nueces y crema catalana, delicioso y esponjoso, armonizado con el "Refugi", un cava brut nature del 2010, complejo y untuoso, un vino para grandes ocasiones, como la que nos ocupa.
Como siempre, la perfecta atención del personal, comandado por la sin par Montse, acabó de redondear una velada que esperamos que se repita muchas veces mas y lo mas pronto posible.

No se me ocurren muchas mejores maneras de celebrar con mi pareja nuestro aniversario que pedir al Chef Carles Alonso que nos deleite con un menú degustación dejado completamente a su inventiva que, como sabemos, es mucha. No es poco en una población, Vilanova i la geltru, donde mirar la carta de sus numerosos restaurantes provoca bostezos de aburrimiento por lo puramente previsible de ellas.
Bien acomodados por la jefa de Sala, la sinpar Montse, empezamos con un caliente y sabroso caldo de pollo y verduras, de esos de los que nuestras abuelas estarian orgullosas. Pero la primera de las grandes sorpresas de la noche seria un magnífico ceviche de gambas de Vilanova, respetuoso al máximo con ese gran producto, pero al mismo tiempo complejo y delicado. Siguió una fritura de congrio, pescado realmente bueno, pero difícil y, por tanto, no demasiado pródigo en las cartas de los restaurantes. Hacía mucho tiempo que no lo tomaba y fue, realmente, un feliz reencuentro.
El siguiente plato, unos frijoles con salteado de jamón ibérico y carpaccio de langostino tocó un montón de teclas gustativas, pero con un resultado realmente armónico. Me dejó levitando, y el siguiente plato no me hizo bajar de ese cielo gastronómico. El pulpo a la gallega con mousse de patata, en su aparente sencillez, hizo que este humilde relator dejara a un lado su escasa simpatía por ese cefalópodo. Ese estado casi de shock continuó con unos triunfales chipirones con sofrito de cebolla y tomate, huevo poche y tinta de calamar.
Mención aparte merece uno de los maravillosos arroces que elabora el Chef, en este caso el trufado con foie y verduras de temporadas. Uno se pregunta como se puede conseguir tanto sabor con esos ingredientes, amén de un punto tan perfecto. Amantes de los arroces, no os lo perdais!
Un pequeño interludio fue un bombón de foie y chocolate con sal Maldon y fresa, cuya única pega era que el chocolate le daba un pequeño exceso de amargor. El último plato salado, una espalda de cordero cocinada a baja temperatura con puré de calabaza fue una muestra de la maestría de Carles con la baja temperatura. No necesitaba para nada el cuchillo.
Como prepostre nos sirvieron el llamado "Appeltini", una gelificación de licor de manzana. Muy dulce y divertido, nos encantó. Y como postre una macedonia de fresas, lichis y phisalis con la extraordinaria crema catalana que elabora el Chef. Dulce y un punto de acidez para limpiar la boca. A pesar de estar bastante llenos hubiera comido mucho mas de este plato.
Unas buenas trufas de chocolate y unas gominolas de toffe, hicieron de petit fours, cumpliendo sobradamente con lo que se espera de esos entretenimientos.
Como es habitual, el servicio de vinos estuvo a gran altura. Un cava de bienvenida de la bodega El Celleret, con muchos matices, no excesivamente seco, sirvió para abrir boca. Un magnífico Arç, un Xarel.lo del Penedés, un extraordinario rosado, el Parató, de la misma DO y un tinto sorprendente, un DO Priorat, el Celler de Cal Pla, nos dejaron un magnífico sabor de boca, culminado por un buen PX con los postres.
En resumen, una mas de esas magníficas cenas a las que nos tienen acostumbrados el equipo del Gas 26. Y la satisfacción de saber que uno ha de volver, y volver, y volver...

El restaurante esta situado cerca del Passeig del Carme, gestionado por una pareja joven con mucho entusiasmo, la comida es de buena calidad, con respeto a los sabores y texturas. Ofrecen un menú degustación compuesto de cinco platos que permiten disfrutar de las distintas opciones de la carta
Bodegas completa a precios razonables

En mi comentario anterior me olvide de mencionar un plato. Y no un plato cualquiera, sino uno que demuestra la filosofía del Chef de una forma brillante: el salmonete con requesón, pasas, piñones y espinacas, un guiño renovador a la cocina tradicional catalana y, a la vez, un homenaje a un pescado humilde que está empezando a ser utilizado con frecuencia en la alta cocina. Un plato diez, sabroso, delicado y elegante.

Un par de veces al año mi pareja y yo pedimos que el Chef del Gas26, Carles Alonso, que nos haga un menú degustación para nosotros. Fijamos un presupuesto y dejamos a su imaginación y oficio el proporcionarnos una cena de gran altura. Como de costumbre, no nos decepcionó. Y esta vez hemos decidido explicarlo en esta web, para que quede plasmada la gran capacidad de un cocinero que, en medio de la mediocridad culinaria que es Vilanova i la Geltrú, intenta hacer una cocina honrada, con firmes raíces en la tradición culinaria catalana, pero abierta a la innovación y a los nuevos tiempos.
Empezamos con un refrescante gazpacho con sorbete de tomillo, excelente "abridor" de apetito. El plato que siguió fue uno de esos aciertos, solo aparentemente sencillos, con que nos suelen sorprender en Gas26: un impresionante tartar de gamba de Vilanova con aceite de las cabezas. Podríamos definirlo como Gamba al cuadrado. Un guiño a la tradición coquinaria catalana fue la torrada de escalibada con bacalao medio hecho, sabrosa y delicada al mismo tiempo.
Lo que siguió fue como un juego y una vuelta a la vieja tradición de los puestos de pescado frito: la pescadilla de Vilanova frita, servida en papel de periódico. Fue divertido, aunque un tanto incómodo de comer. Vino luego una de las grandes especialidades de Carles: los escabeches. En este caso unos chupa-chups de codorniz, a los que el vinagre, por suerte, no destruía su delicado sabor. Para continuar con la perfección: el arroz de pies de cerdo, butifarra negra y aceite de trufa. Los arroces se le dan especialmente bien al chef. Estaba meloso y suelto. Produce salivación simplemente al mencionarlo. Terminamos los platos salados con la espalda de cordero con puré de patatas y salsa demiglace, tierno y sabroso.
El primer postre fueron unos ciruelas con queso azul, helado de romero, salsa dulce de vino xarel.lo, aceite y sal. Una interesante conjunción de sabores, pero muy bien ligados, que nos encantó. Y para terminar un contundente postre tricolor, con mascarpone, ganaché de chocolate y caramelo de frutos rojos.
Los vinos servidos estuvieron a la altura. Para empezar, una copa de Cava Canals brut nature, aromático y delicado. Siguió, un Oreig, D.O. Montsant, un blanco muy personal, seguido de un tinto D.O Penedés, el Anistiana 2008 de Mas Comtal, otro de esos vinos que nos recuerdan que en estas tierras también se producen excelentes tintos, con potencia aromática y gustativa muy marcadas. Para los dulces nos sirvieron un curioso Vino dulce Vittos de Torelló, D.O Penedés y un clásico Nectar, un Pedro Ximenez que nunca decepciona.
En resumen, una cena magnífica, a la altura de lo mejor que he disfrutado en los últimos tiempos. Y en un verano en el que hemos podido visitar los Restaurante Abac, Neichel, Cinc Sentits y Manairó, es decir mucho.

Buenos días,

Quiero dejar mi opinión, como cliente habitual he ido repetidas veces, y aunque siempre he estado tirando de carta, hoy por hoy y como la crisis llega a todos sitios decidí pedirme el menú, me gustó mucho, un menú al nivel del restaurante, mas modesto que si se pide a la carta eso si. Pero muy apropiado para los tiempos que corren.
El menú está a 14 euros, con primera bebida incluida. La comida al final salió por unos 16 euros.

Vilanova i la Geltrú tiene una importante propuesta gastronómica ubicada básicamente en el frente marítimo.
No conocíamos Gas 26 y por las opiniones de Verema nos decidimos a probarlo.
Se encuentra a pocos pasos del mar, en una calle perpendicular. Local sencillo pero bien resuelto, llevado por una pareja que tienen su primera aventura en solitario. Ella en el comedor y él en la cocina. Ambos encantadores.
Ofrecen una cocina honesta, a precios adecuados, con platos no excesivamente manipulados pudiendo encontrar sus sabores auténticos.
Tienen un interesante menú al mediodía.
Nos propusieron un AV 14 Clos d'Englora de la bodega Baronia del Montsant que nos gustó.
Restaurante recomendable.
Precio con vino.

La verdad es que miramos la lista de restaurantes en Vilanova i la Geltrú de Verema pocas horas antes de ir allí.
No teniamos ni idea de lo que nos ibamos a encontrar y, visto el resultado, acertamos de pleno.

El servicio excelente y muy atento, sin agobiar. La jefa de sala es un encanto y ademas le gusta el vino tanto o mas que a mi. Los platos estan preparados con mucho gusto y bien presentados. La carta no es muy extensa pero tiene variedad suficiente para complacer a todo tipo de publico. Nuestros primeros: y Carpaccio de Tomate con Anchoas. Bueno! Foie micuit con copa de Sauternes y pan con aceite de trufa. Exquisito!!. Segundos: brochetas de langostino con vieiras. Riquisimo!! Postre; Mousse de carajillo de Baileys. Sorprendente!

Nuestro vino: Enate gewustraminer 2007. Un buen gewustraminer español a precio razonable

Una buena cena para dos en un restaurante curiosamente decorado. Volveremos!

El sábado pasado la jefa y yo fuimos a Vilanova y la casualidad nos llevó a este restaurante. Local con una bonita decoración, mezclando lo moderno con lo antiguo. Tuvimos la suerte de que siendo temporada playera estábamos solos y el servicio sencillamente fue magistral. Empezamos con un aperitivo, propuesto por la casa, que fue una sopa de melón con helado de queso de cabra. Sencillamente espectacular. De primero pedimos los dos unas anchoas con una base de tomate. Buen plato, el cual tampoco tiene demasiado misterio. De segundos pedimos unas brochetas de vieiras con langostinos y un rape con verduras. Temperatura, cocción, presentación ... magistral. Los postres muy bien, y lo mejor la tertulia con la anfitriona.

El vino fue un blanco, Gaia de Loxarel. Muy buena RCP.

Espero volver algún día.

Hola, es según mi criterio, uno de los mejores de Vilanova. Cocinan bien, moderno, pero de los buenos. Además, hay al menos una persona, una chica que sabe bastante de vinos. La carta de vinos es muy peculiar (para bien).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar