Céntrico restaurante francés en Valencia. Moderna y acertada decoración
Céntrico restaurante francés en Valencia. Moderna y acertada decoración del local: Muy conseguido. Se respira "Champagne" visualmente, pero..., la carta de este vino ofrece grandes marcas pero todas: de caras, cárísimas. No se encuentra ningún precio "político" para que podamos ir adentrándonos en la costumbre de consumir ese maravilloso e inigualable producto.
Correcto el plato de quesos (perfecta temperatura y cortes) 9 eur; los callos al calvados, algo sosos, y verdaderamente indigestos; La tarta tatín de manzana, excepcional.
Mucho ruido y pocas nueces. Recomiendo aparcar en el parking Glorieta, en la plaza Tetuán.
La distancia entre mesas es inexistente. Ofrece dos zonas: fumadores o no.
La srta. que atiende , se esfuerza por hacerse entender, pero otro cantar es el propietario , que no sabe ni dar las buenas noches en nuestro idioma.
Profusión de marcas francesas de vinos (muy respetable tratandose de un "bistrot"), y muy esquemática la de vinos españoles. Magnífica cubertería y copas.
Hay que darles tiempo para ver si van puliendo estos pequeños errores.