Un entorno vanguadista con un atrevido toque de stravaganzza; un servico

Un entorno vanguadista con un atrevido toque de stravaganzza; un servico de sala que funciona como un reloj suizo; un sommelier que pone en funcionamiento la liturgia necesaria para disfrutar de verdad con el vino; y, sobre todo, una cocina técnicamente perfecta que ofrece autenticidad a raudales al comensal. Después de un año, sigo pensando que la Guía Michelín ha sido rácana otorgando sólo una estrella a este restaurante de referencia. Enhorabuena a Santi Santamaría, una vez más.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar