La relatividad del tiempo

Lo primero que tenemos que comentar, es que ya no es necesario dejar una tarjeta de crédito para hacer la reserva en el restaurante. Según nos comentaron fue una medida que se vieron obligados a tomar en ese momento.

Bueno, el restaurante como ya sabéis esta situado en el barrio de Chueca, es complicado aparcar por la zona, lo mejor es ir en transporte publico o utilizar parking si se va con vehiculo propio.

El entorno, ya se ha comentado, que es muy especial, intimo, precioso y onírico. Por poner un pero, el aseo es un cuartito minúsculo, que no encaja con todo lo demás.

La cocina es de fusión a un buen nivel, con fresca materia de temporada, que va variando en el menú según el criterio de su cocinero. En nuestro caso el menú que tomamos fue este:

PICA-PICA
Kimuchu de Zamburiña gallega con mostaza japonesa y estragon
Wagyu con aliño de cacahuetes Koreano
Salmon marinado con crema de aguacate al wasabi
Molleja asada, chilly jam y lima
“Nikuman” al vapor con mozarella de bufala y trufa
PRIMEROS
“Tiradillo” de pez limón al rocoto y ají amarillo
Dumpling de gambón con curry Thai, germinados aromaticos y chupe
Tocino iberico con bogavante y demi glasé
SEGUNDOS
Mero con infusión de pollo balines y salsa XO
“Lomo de buey” con Mouse de queso de cabra, causa crujiente y salsa “Panka”
POSTRES
Sopa de piña y jengibre con helado de coco, maracuya y granizado de albahaca-keffir
Sorbete de mandarina con esponja de té verde, espuma de chocolate blanco y praliné de sésamo negro.
PETIFOUR
Marsmellow de Yuzu
Chupito de cerezas con menta marroquí y yogur
Cremoso de chocolate y gelatina de hierbaluisa
Pañuelos de Lúcuma con café

Los platos como se ven son numerosos, son pequeñas porciones y al final quedas bastante saciado. Es difícil valorar cual esta mejor de todos, pero si nos tuviéramos que quedar con algunos, nos decantaríamos por el Nikuman con mozarella, fantástico. Muy sabroso el Dumpling de gambón con el chupe peruano y maravilloso el pez limón. El mas flojo y menos sorprendente (al lado de todo lo demás) según nuestro criterio fue el tocino ibérico. Los dos postres muy ricos y bastante generosos, en este punto ya nos costaba terminar con el menú.

La carta de vinos, es un bonito libro de cuero muy grueso con las hojas apiñadas. La echamos un ojo por encima, no esta mal, pero se echan en falta mas vinos blancos y champagnes, que son los ideales para este tipo de cocina.

El servicio es muy amable y profesional, atento y bastante implicado con lo que pasa en la cocina. El único fallo que podemos dar a esta magnifica cena, es que quizás fuimos un poco rápidos, pero claro el tiempo es relativo…

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