Dos menús, el degustación a 36 euros sin bebida, y el maridaje a 60 con

Dos menús, el degustación a 36 euros sin bebida, y el maridaje a 60 con vinos. El maridaje era por encargo así que tomamos el degustación. Solo 5 finos de Jerez tienen en la cortísima carta, tres no tenían, tomamos La Janda que no lo conocía. Bien el servicio, temperatura y con catavino jerezano en vez del normal. Primero unas lonchas de Roast Beef con crema de mostaza muy buenas, crema de zanahoria con mojama de atún y pan frito que no valía nada y nos la dejamos, piquillos rellenos de “mar de Cádiz” sobre crema de brandy, frios, Salmón con chalota y eneldo, sin mas. Sorbete de limón al Pale Cream realmente extraordinario, y medallón de ternera con foie también normalito. Postre mouse de chocolate con parfait de café.
Niños: tallarines con gambas ricos, pasados de cocción y solomillos correctos.
Comimos solos en un salón de techos altos al que se entra directamente de la calle, mantelerías y cuberterías excelentes, y servicio profesional de los que ya no encuentras. 240 euros 4+2 niños. Es un local como venido a menos, no tienen de casi nada y tuve un pequeño enfrentamiento con el camarero, que supo salir y sacar al restaurante de una situación comprometida ante la falta de platos de la carta y de bebidas. Superado esto, nos ofreció una grata experiencia de vinos con algunos platos: una copa de Fino Maeismeño que no conocía en los entrantes, un Amontillado Caractherde de Saldeman con el salmón y un PX de Saldeman con el mus. No puntúo 5 con los vinos por la carta.