Después de algunas experiencias nefastas en este tipo de locales me había jurado y perjurado no pisar ninguno, pero al final un par de recomendaciones y el grato recuerdo que guardaba de éste, unido a que estábamos en la zona, me empujaron a entrar en este restaurante de buffet libre que mantiene una decoración bastante agradable, con una buena separación entre mesas. No recordaba que hubiera un servicio de brasas (argentino al frente como es de rigo en estos locales), pero ahora al menos está presente en el local.
Copas mejorables y carta algo austera, aunque puedes encontrar alguna cosa interesante. De nuevo el mismo problema de siempre con el exceso de tintos en un restaurante que casi podría carecer de ellos.
Un paseo por las mesas calientes y las zonas refrigeras con los ingredientes para el teppanyaki o el wok, o el sushi y el sashimi ya te muestran que la calidad es claramente superior al resto de estos locales. El sushi no es muy variado pero es bastante correcto y las ensaladas, las frituras, los dim-sum, etc. están bastante bien elaboradas.
En definitiva, que creo que es el único wok al que pienso volver, siempre y cuando me pille por la zona.
De manías nada! Yo me reitero que no vuelvo a pisar uno de motu propio. Este fue por empujones varios y tengo que decir que no está mal.
Creo que volverá el chino de toda la vida con un poco más de calidad para compensar el flaco favor que han hecho estos locales.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.