Imaginación y gusto

Una vez mas he comido en este restaurante. Esther gestionó las mesas y su padre Antonio, como siempre, los fogones. Antonio me recomendó comer el menú, costumbre que, cuando no estoy en Francia, nunca utilizo. Hoy lo hice. Tomé un gazpacho mas que aceptable, unas patatas al horno con panceta y allioli y un bacalao con calabacín y cebolla. De postre, un flan de vainilla y un cafelito con un orujo de hierbas.
Recuerdo de este restaurante, unas judias del "ganxet" fritas, un xató de nota y un jabalí con manzanas y un pato cn higos al estilo de l'Ampudà, de matrícula de honot.
Los vinos, de la tierra y la minuta, de tiempo de crisis.
En su dia, me dieron los mejores percebes, el "jabugo" mas sofis y la paella de langosta salvaje mas deliciosa.
¿Porqué no está lleno a rebosar?

  1. #1

    Francescf

    Probablemente no se llene porque está en un pueblecito perdido en medio de l'Alt Camp y, por lo que me comentan mis amigos de por allí e incluso mi madre, porque suelen tratar a los clientes de forma un tanto altiva... y llevo bastantes años visitándolo sin que apenas me saluden al entrar.

    Por lo que leo, tampoco parece que el ágape haya sido un prodigio imaginativo...

    Lo del menú de crisis es típico en la mayoría de locales... Es lo que hay ;-)

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