Luces y sombras en nuestra visita a este restaurante. El problema radica en que dado el precio se esperarían pocas o ninguna sombra.
Destacar la amabilidad y atención tanto de la jefa de sala como de la camarera que nos atendió. Decoración elegante. Vajilla, cristaleria, manteles muy cuidados.
La comida, 106 euros por un entrante, dos segundos, un postre, agua mineral, una botella de José Pariente 2010 (20,42 euros+IVA).
Muy buenas las alcachofas glaseadas con yemas de erizo (16 €+IVA). Correcto sin mas el rodaballo salvaje escalfado con compota de tomate (22€+IVA). Decepcionantes las delicias de bacalao confitadas con ajo y setas (22€+IVA) por el punto del pescado. Raviolis de manzana verde con crema helada de hierbabuena en los que no encontramos justificados los 10€+IVA del precio.

Acudímos por la recomendación de unos amigos y sin lugar a dudas lo recomendaré a quien me pregunte por un sitio para comer en Aranjuez. El sitio fantastico con una decoración muy agradable y elegante. En la entrada una sala de espera muy confortable, con sillones orejeros que nos hicieron sentir como en casa, junto a una pequeña barra con la bodega visible al fondo. Ya en la parte superior esta el salón de color rojo muy elegante y desenfadado, junto a una amplisima terraza con una vistas maravillosas sobre el jardín y el palacio donde tomamos el café con unos calefactores electricos. Un sitio privilegiado.
En cuanto a la cocina nos maravilló encontrarnos con sabores clasicos y tradicionales envueltos en conceptos muy imaginativos. Por cierto el Pichón asado en sal que mejor he tomado y recomiendo. ah y la brandada de bacalao fantastica. En la bodega eché en falta alguna referencia pero por encima de muchos restaurantes con estrella. Muy correcto el servicio del vino y el decantado. Pero destaco el sobre todo el servicio, joven pero muy profesional y atentos en todo momento. Da gusto encontrarse personas así con ganas de servir sin caer en la pestilencia. 100% recomendable y no se a qué esperan los de la guía Michelin para darle una estrella pues he estado en muchos con ella, peores y mas caros

He tenido la oportunidad de conocer este restaurante a través de los comentarios de unos compañeros de trabajo y la verdad es que superó las expectativas.  En la planta baja un acogedor saloncito junto con la barra-recepción y un café.  En la primera planta está el restaurante, clásico pero alegre y muy luminoso, y una terraza con vistas al jardín.  La comida estupenda con unos entrantes para compartir que tuvieron la amabilidad de servirnos por separado. El foie y los raviolis de vieiras fantásticos y de segundo Yo elegí el Pichón, muy jugoso y nuestros amigos lubina y rodaballo ambos, según me comentaron muy finos y suaves.   Pero sobre todo lo que nos llamó la atención fue el servicio que a pesar de ser muy joven mostraron mucha profesionalidad.  Verdaderamente creo que vale la pena conocerlo y una buena opción para pasar disfrutar en un lugar emblemático.

Yo he cenado en careme 1 vez,la terraza es de las 50 mejores de españa,de aperitivo dos buenas croquetas de jamon y media racion de brandada con esto ya casi que has cenado no como en el de la estrella michelin que pacomadrid comenta que estas deseando que llegue el postre para llenarte un poco.continuo carpacio de bogavante especial y los raviolis de vieiras que nos pusieron idem,el rodaballo muy bueno,la lubina igual.El soufle de chocolate con una especie de,decantador tumbado de un caramelo transparente como el cristal fue sublime.La bodega un poco corta pero correcta la de casa jose en cambio es mas estensa pero de `poco te sirve si fallan la mitad de vinos.yo pacomadrid si tuve suerte otra vez igual no la tengo.pero no solo es fortuna.Te cuento la historia de ambos restaurantes.Casa Jose era una tasca de pueblo junto al mercado de abastos de Aranjuez y la mayor parte de la clientela eran el frutero,carnicero etc..todo mu respetable faltaria mas hay es donde aparece (Jesus del cerro propietario y jefe de cocina del actual Careme(profesional formado junto luis irizar y otros grandes chefs))y trasforman esa tasca en un restaurante de 1 estrella michelin.Sus dos hermanos de hosteleria lo justo,que son los que cuando el se va son los que se hacen cargo del restaurantey el actual cocinero de casa jose se matricula en la escuela de hosteleria a los treinta y tantos por eso lo de hacer sombra al estrella michelin seria al reves.

Tercera y última vez que acudimos a intentar cenar "bien" en este restaurante.El calificativo que le define es decepcionante.Ángel, un intento de jefe de sala, nos ofreció unos cogotes de merluza por los que decía haber sido felicitado.Nuestro error fue tomar en serio su recomendación.Respecto al vino, el desconocimiento de esta persona nos llevó a tomar la segunda opción, pues la primera no la tenía, y a tomarlo caliente. Los postres fueron caros y poco elaborados. La cuenta resultó desproporcionada: 60€ por persona, con tres entrantes, cuatro segundos,una botella de vino y dos postres.Lo dicho: DECEPCIONANTE.

2ª visita y oportunidad. Si su cocinero Jesús del Cerro, aspiraba a hacer sombra al estrella michelín Casa José, lo tiene dificilísimo.
El servicio inexperto, frió y distante, nadie te asesora ante una duda sobre el vino, con fallos de atención notables.
La carta de vinos cuenta con algunas referencias interesantes, altos de precio, se pidió un Mauro que no tenían, pedimos un Cervoles que llego caliente y se enfrió a instancia nuestra, la 2ª botella llego igual, pedimos el cambio de copas, no nos lo ofrecieron, esta ultima llego con olor y sabor a corcho.
La comida con altibajos, carpacio de bogavante en aceite de oliva que no entusiasmaba, laminas bacalao con queso de cabra, aceptable, mollejas con sepia y setas, buenas, segundos, chipirones en su tina con arroz salvaje, para olvidar, suprema de lubina confitada en aceite emulsionado, jugosa, pichón sangrante, en su punto, las guarniciones pésimas.
Postre pesado recargado en exceso, se pierden los sabores.
Un ejemplo raviolis de manzana verde rellenos de (no recuerdo) con helado de hierbabuena y .... (no recuerdo) saturación de elementos.
El servicio de pan para olvidar.
Carta de Te y acompañan con unas tejas aceptables.