Creativo, original, culto al producto propio,...,pero, las comparaciones son odiosas.

En el noreste de la provincia de Soria, en tierra de densos pinares, con abundante caza (corzos, ciervos, jabalies, etc) y situado en la calle principal de un pequeño pueblo, (que tambien es el paso de la N-234 que lo cruza), con muchas construcciones de piedra, limpio y muy cuidado,y quizas por la rasca que soplaba, se encontraba desierto, tan solo dos guiris (nosotros) pisando sus calles, se encuentra un pequeño local, que tiene, a la entrada un bar (desierto) y al fondo un pequeño comedor, con apenas 8 mesas, pero con ventanal, al fondo de la sala, con unas vistas a la sierra y los pinares cercanos, que solo con ocupar una de las mesas junto al ventanal (nuestro caso), hace que la comida te siente mejor.

Esas mismas vistas, que en epoca de nieve, y segun nos cuentan, permite ver, algunas veces, a zorros o corzos que se acercan en busca de comida.

Pues bien, a este pequeño local, que se define como: Restaurante micológico, le ha sido concedida una estrella michelin en su ultima edición, lo cual motiva el interes de este que escribe para ir y probar, de primera mano su cocina, interes al que no es ajeno, mas publico, pues no tienen plazas en ningun fin de semana de lo que resta del presente año, por esa razón tuvimos que subir hoy, único dia disponible en esta semana.

Como decía, un pequeño comedor, apenas 8 mesas, excelentes vistas al campo, instalación sencilla sin alardes de lujo, pero muy bien puesta, muy agradable.

Empezando por el vino, tienen una amplia carta con casi todas las DO's, pero con un nivel de precios altos, a nivel de la capital. Nos decantamos por un rosado de uva prieto picuda, Tombú. Muy bueno.

En lo que se refiere a la gastronomía, tienen un menu micológico (solo fines de semana) a 50€/pax, incluida bebida e IVA; un menu que llaman nuestra tradición que se puede degustar cualquier dia de la semana, a 39,50€/pax sin bebidas y con IVA; la carta que responde al nombre "de hoy y de siempre", y una pequeña carta con propuestas exclusivas del menu micológico. En general, a nivel de precios, son mas que razonables.

Entre la carta normal y la pequeña carta, componemos nuesta comanda.

Comenzamos con dos aperitivos: Una croqueta de chorizo, bastante buena y una crema de alubias, calentita, lo cual se agradece por la rasca que hace en el exterior, acompañada de unos picatostes y una morcilla desmigada. Buen comienzo.

Croquetas de boletus. Aspecto exterior, casero, casero, nada aceitoso, potente sabor a boletus. Bien, bien.

Garzanzos con boletus, espuma de chorizo y langostino. Tremendo plato, garbanzo pedrosillano super tierno, importante sensación en boca de los boletus, muy suave la espuma de chorizo (emulsionada en leche) y langostino muy fresco. Un Platazo, aunque tiene mucha base de cocina tradicional, tiene una ejecución perfecta, no exenta de toques de modernidad. Para aplaudir.

El suelo del pinar. (Plato propio del menu micologico). Una Pasada de plato, de entrada, esteticamente, te da pena tocarlo, pero cuando empiezas a degustarlo, te da un subidon, diferentes tipos de setas, apenas cocinadas, una "tierra" como base del plato, formado por morcilla, chorizo, remolacha y zanahorias, deshidratadas y desmigadas; un "musgo" construido a base de pipas; una "pequeña piña" construida con un pate de caza, y un remate con algunas hojas de plantas silvestres. Platazo, original, bien pensado y merecedor de aplauso.

Tataki de atun rojo, rebozuelos, gona-wakame y te de roca. (Plato propio del menu micológico). Si bien, la calidad y el tratamiento del atun, no tiene nada que envidiar a los probados en la capital, el conjunto, no me acaba de convencer, lo rebozuelos, estando muy bien cocinados, no le aportan gran cosa (en mi opinión), y el te de roca, si bien mejora con la soja que desprende el atun, en boca, no le aporta al atun ninguna mejora, al menos para mi paladar.

Solomillo con foie y crema de boletus. Este es uno de los platos "bandera" del local, y la verdad es que no puedo aportar mucho mas, la carne muy buena, el foie bien, pero la crema de boletus, supera al resto, muy muy buena.

Como prepostre, unas porciones de queso fresco de boletus, de Cantagrullas, rematadas con membrillo y mermelada de boletus. Perfecto.

Arroz con leche con trompetas. (Plato propio del menu micologico). Ojo, sin arroz, espuma de la leche infusionada (del arroz con leche), natillas densas de la misma leche, musgo hecho con trompetas de los muertos y unas porciones de gelatina de infusión de sauco e infusion de trompetas. Muy buen postre, otro plato que denota originalidad y mucha técnica.

Petit fours y cafes con hielo, sin chupitos (a pesar de ser ofrecidos, había que conducir), ponen fin a esta visita, y nos llevan a la calle, donde nos encontramos con un desplome de temperatura, y segun avanza la hora, a esa bajisima temperatura, se añade viento y una violenta lluvia que nos acompaño en todo el viaje de vuelta.

Hasta aqui todo lo bonito y bueno, que no es poco, de este lugar, pero claro, cuando ves la lista de restaurantes tambien con michelin, y en su misma franja (1estrella), te planteas acerca de los criterios de los inspectores para su concesión, si ves que en esa misma franja están, entre otros, Casa Gerardo, Ricard Camarena, el Bohio, Coque, etc, llegas a la conclusión de que es mejor no hacer comparaciones, porque, en definitiva, las comparaciones son odiosas.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    oscar4435

    Totalmente de acuerdo con lo de las comparaciones .

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