Sin el Glamour, el nombre o la presentación de muchas viejas glorias venidas a menos en “La Incombustible Denia” Federico sigue estando lleno, sigue ofreciendo su honradez, honestidad y seriedad de siempre!
Sin duda, lo de su pulpo no era flor de un día, no cabe duda de que le han cogido el truco! Bien todo el picoteo, rica y fresca la parrillada de pescado y con una bodeguita correcta.
Ajustadísima Relación Calidad Precio!
Recomendable!

Un sitio de los de siempre. PAra definirlo en dos palabras: profesional y limpio. Nada que ver con los otros "de toda la vida" en Denia (pegolí, trampolí, mena...) anclados en el tiempo en decoración, servicio...
Cocina sin ningún tipo de concesiones a la modernidad pe`ro con muy buen producto. Buena RCP. Tres personas: Pulpo seco, fritura de boquerón, tellinas, dos gambas a la plancha por cabeza y parrillada de pescado para dos (más que abundante). 40 euros con dos postres, cafés y vino corriente (Miracle de B. Gandía). La gamba encareció bastante.
El servicio muy atento (aunque conocemos) y la carta de vinos suficiente (sin riesgos).

En terraza, mucho calor, ojo, preguntar si dentro tienen aire acondicionado, que creo que no. Restaurante basado en cocina de producto, especialmente los pescados. Numerosa carta de entrantes, de los que tomamos higaditos de rape, surtido de salazones, gambeta amb bleda, fritura de pescado y gamba roja a la plancha. Todo bastante bien. De segundo pedimos varios pescados (salmonete, calamar, lubina) a la plancha, bien de sabor y bien de punto. Carta muy extensa de vinos. Pedimos un blanco Aura. Servicio del vino correcto, y a lo largo de toda la cena, muy amable, a pesar de que tenían completo el local. Postres contundentes, en especial un hojaldre con chocolate caliente no apto para comensales a régimen. Sobre 42 euros pax, teniendo en cuenta que la gamba roja y en general el marisco encarece muy mucho la cuenta final.