Diferente punto de vista ya que fué solo en la terraza del restaurante con un catering al atardecer para celebrar un cumpleaños sorpresa.
30 personas y un catering con abundante y bien elaborada comida a servir en bandejas de pie y con bebida que osciló desde cerveza de barril, pasando por un blanco valenciano hasta llegar a Moët Chandon con la tarta. El servicio de comida bien; el de bebida no sabía ni los vinos que servía.
En el precio hay que tener en cuenta que no es una cena al uso. A 40 € por persona en una terraza muy agradable mientras llegaba el atardecer (también en el número de velas de la tarta).
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