Maralba, para no olvidar en el resto de mi vida

La jornada empezó cansado, después de ir a una larga y maravillosa jornada gastronómica y enológica el día anterior, incluso se me pasó por la cabeza la posibilidad de no ir, que malas pasadas te puede jugar la mente y el cansancio en algunas ocasiones..., menos mal que en esta ocasión no fue así.

El entorno me recordó a algún restaurante en el que ya había estado, bonito, sencillo, muy limpio y ordenado, bonita sala de cava bien refrigerada con una mesita presidida por una botella de El Nido 2006, posteriormente tuve la magnífica suerte de que Cristina nos enseñara el resto del restaurante, cocina incluida, siendo ésta amplia, muy bien organizada, con 3 cámaras separadas para los distintos tipos de alimentos, muy muy limpia, y funcional tal y como me indicaba Fran, el cerebro y artífice de lo que se nos avecinaba. La sala muy cómoda y agradable.

El festival comenzó con unos snacks y tapitas, destaco entre ellos el berberecho merengado con cítrico y miel, una explosión de mar y textura aterciopelada, la sardina marinada en esencia de brasas, un placer para los sentidos, magnífica exposición del snack.

Continuamos con los platos principales que estos sí los detallaré uno a uno:

Ostra sobre vino dulce, con gel de cava, lichis y granizado de agua de mar, nueva creación magnífica presentación y una mezcla de aromas que se conjuntan en la boca para explotar en una sensación de frescura y libertad.

Sopa de gallina con yema templada y polvo de morcilla, versión propia de la sopa de gallina, me comentaba Cristina que de le fascina y no me cabe duda, creo que nunca me cansaría de tomar este magnífico plato.

Canelones translúcidos rellenos de setas de temporada, con crema de foie y reducción de garnacha tintorera. Sorprendente presentación para una no menos sorprendente sensación táctil y aromática, precioso el plato pero ninguna pena de comerlo, en este punto creo que ví a algún Dios de la mitología Griega...

Bombón de bacalao ajoarriero con sopa castellana, magnífica interpretación del bacalao ajorarriero, excelente materia prima y excelente preparación, muy dificultosa sencillez la de este plato.

Vieira pochada con royal de alcachofas, de nuevo seguía de viaje con los Dioses de la mitología Griega, es como estar en el cielo, esa vieira con el punto exacto en todo, acompañada por la royal que estaba magnífica, la mejor vieira y royal de alcachofas que he comido en mi vida, recuerdo una de alcachofas de Jerusalem, pero esta la supera, os lo garantizo.

Salmonetes en aceite de oliva con praliné de piñones y noca e hígado de rape en micuit, en mi vida hubiera pensado que iba a soñar con un hígado de rape, en este caso era hecho en micuit, una maravilla que junto a los dos lomos de salmonete hacían imposible tocar el suelo.

Lomo de bacalao con espárragos garapiñados en pan y jugo de rosas y naranja, el más sensual de todos los platos, ya llevaba tiempo acordandome de Lourdes (mi mujer) que no pudo venir, pero aquí fue donde ya la eché totalmente de menos, el bacalao presentaba un color blanco nuclear, intenso brillo, las lascas se caían nada más tocarlas y el punto de jugosidad sencillamente perfecto, el toque de rosas y naranja fantástico, comedido, elegante, para soñar. (Creo que aquí fue donde me quedé un rato mirando al plato sin hablar, Polen, mi acompañante se empezó a preocupar).

Pichón de sangre con tuétano, al café espresso, mágico punto de cocción del pichón, sublime, con dos cilindros de tuétano que hicieron las maravillas del paladar, delicadeza al paladar de nuevo.

En los postres me maravilló el falso regaliz (tarrina de Mouse de chocolate y café, con helado de regaliz), pero me fascinó el biscuit de magdalena con Mouse de café y helado de azafrán, igualmente dificultosa sencillez.

El trabajo de Fran en la cocina, creo que no hay más que decir, es un prodigio, el de Cristina en la sala, sencillamente fantástico, los vinos perfectos y la explicación de cada plato a la perfección. La sobremesa magnífica, era como estar en casa, que humildad la de esta pareja de futuras estrellas, hace que te sientas mucho más cercano a la cocina. me encantó.

Espero que con el tiempo vuestro trabajo sea muy gratamente recompensado, ya estoy deseando volver a vuestra casa.

La única pena, que Ana y Lourdes no pudieran venir, se perdieron un auténtico paseo por las estrellas...

Recomendado por 4 usuarios
  1. #1

    Gabriel Argumosa

    Me alegro que te resultase tan positiva su visita.

    Que se apunte un tanto tu introductor.

  2. #2

    Otilio Haro

    Me muero de ganas de ir a este restaurante y con el pájaro que fuiste, y no precisamente para estar debajo de la mesa.

  3. #3

    G-M.

    Coincidimos totalmente. Pedazo restaurante.

  4. #4

    polen

    Creo que mas y mejor no se puede describir este magnifico restaurante,fue todo un ESPECTACULO!,ojito por que dara que hablar y mucho.......cuando repetimos Alvaro?

  5. #5

    abeltran

    Pronto repetiremos Alex, pero seremos 4 y 50% féminas tal y como dice la ley de igualdad ¿te parece?, y a partir de ahí quien se quiera apuntar bienvenido será.

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