La sala con decoración minimalista, temperatura adecuada, un tanto

La sala con decoración minimalista, temperatura adecuada, un tanto claustrofóbica dado que es un tubo. El menú de mediodía a un precio de 18,00 eur es una buena apuesta también.
Los platos bien ejecutados, con las cantidades justas. El pan comestible, pero mejorable. La carta de platos es generosa en entrantes, segundos y postres, muy equilibrada y manejando bien la materia prima de temporada.
Lo que es impresionante es la carta de vinos: extensa, muy estudiada, con precios más que correctos y sobretodo su apartado de vinos de postres que muchos querrían.
Tomamos: huevo souflé con verduras y jamón (liviano), rodaballo con espárragos, jamón y estragón y San Pedro con nueces, alcachofas y tomillo. Un borgoña tinto 2005 Robert Arnoux por 26 eur y Glenrothes ’87, Dartigalongue, ’87 y Heiss BA ’02. Todo con cafés por 58 eur/pers.