Recuerda un poco a Inopia (por lo de los camareros esponsorizados) pero con menos latas y más tapas.
Yo lo definiria como tugurio, en el buen sentido de la palabra. El local es un semisótano, pequeño, atiborrado de gente que hace cola en la escalera, y con una gran barra central.

Tiene una buena selección de vinos agrupada por precios bajo clasificaciones taurinas: pase de pecho, por la puerta grande, etc.

Bebimos Summa Varietalis (del Marqués de Griñón), no recuerdo bajo que clasificación estaba, pero eran 30 euros/botella. Servido a temperatura correcta, en copas Spielegau.

Nos gustaron:
las lentejas con chorizo (aunque a los tres nos gustaron más las de nuestras madres), a mi me gustan más secas, pero estaban muy ricas
el macfoie (hamburguesa de buey y foie);
las chips de alcachofa;
el bikini de jamón, mozzarella y trufa;
excelente la sepia pequeñita a la plancha

y de postre el chocolate con aceite y sal y el xuxo de la lis, están muy buenos

Servicio muy atento. El defecto: la dimensión del local, las colas (auqnye al ir el 31 de diciembre al mediodia, la cosa estaba mejor), y el exceso de guiris.

No sé que hay de cierto pero leí por ahí que quiere abrir un Tapaç24 en el antiguo Bar Velódromo de la calle Muntaner. A ver si es verdad.

Excelente bar de tapas simpático local céntrico donde la oferta astronómica es importante, pero no parece afectar mucho por que suele estar concurrido vayas a la hora que vayas, las sugerentes tapas y platillos son una delicia y con imaginación, bikini de serrano, bomba, huevos estrellados con foie, rabo de toro y un jabugo sabroso y al corte muy bueno, el servicio del vino es correcto y la atención personal agradable, mas que aconsejable para un ágape informal

Simpático bar de tapas dirigido por Carles Abellán, propietario también del Comerç 24, en el que puedes desayunar de plato o tomarte un café con leche y una exquisita ensaimada, picar algo a mediodía o tomar una merienda-cena a media tarde, pues a partir de las 21 horas la cosa se complica. Cocina vista y decoración "cachonda", con pulpos, gambas y calamares pintados en los cristales, como si retrocediéramos a los 70, pero con un toque de modernidad. Tapas clásicas con guiños de atrevimiento, precios correctos y servicio eficiente. Copas correctas y buenos vinos. Excelente aceite de la "tapa d’or", buen pan, divertido bikini, huevos estrellados, revuelto de setas, rabo de toro, pescado de la lonja... solemos ir a cenar tempranito en menos de una hora por 25-35€/persona cuando vamos al teatro...

Singular el lugar por la comida y el servicio,tapas llevadas a su mayor expresion,cosa bastante en auge ultimamente,cosa que yo aprecio enormemente ya que me gusta comer poco de mucho y si es un poquito elaborado,pues mejor que mejor.exquisita la hamburguesa de buey y foie y las bravas,el caldo de oro a 7 euros un poquito excesivo,servicio del vino simplemente correcto.vale la pena la visita

De acuerdo con los comentarios anteriores, pero yo lo que destacaría es el diseño del espacio interior, de un gusto espectacular. Taburetes cómodos, buena iluminación, sensación acogedora que te hace olvidar que te hallas en un semi-sótano. Me encantaron los dibujitos sobre el cristal de la entrada: un pulpo, unas bravas... pintadas como en los baretos de antaño. Fotos antiguas en las paredes, buena musica (jazz). Cocina a la vista que queda en el centro del local, muy acertado. Ingeniosa cartita tipo sobre, que contiene cubiertos y servilleta de papel, evocando los míticos envoltorios de las churrerías.
Vacuvin, Spiegelau majillas y poquitos vinos por copas, pero buenos. Las bravas estaban soberbias, me encantó su punto de cocción y su salsa, pero la ración es enana y cuestan 3€. Hay mucha cocina entorno al huevo bien resuelta y original con un puntillo de tradición y con mejor RCP que las bravas. Recomendable para sorprender.

Siguiendo la recomendación de J.Nadal pisé ayer este fantástico lugar.Tomamos las bravitas,muy ricas, el biquini Ç24 de jamón ibérico, mozzarella y trufa, mmmmmm! y pedazo de huevo frito con foie, correcto. Pedimos vino por copas, Spiguelau si, y es cierto solo tiene una referencia de cada tipo :-( .El servicio bien, al principio pelín estresada camarera que no sabía si dejarnos sentar en la barra o no porque había cola, 6 personas esperaban sitio, nosotras éramos dos, pero se resolvíó bien y el camarero que nos atendió, a pesar de no ser del pais y "no conocer muy bien las tapas" palabras suyas, nos aconsejó y atendió muy bien. La decoración es muy limpia, la iluminación, los taburetes, espacio en la barra,la cocina y algunos productos a la vista , estuvimos muy a gusto, volveré, si, si.

Esta vez acudí por la noche. El servicio ha mejorado respecto a mi primera visita (debería ser así también el mediodía..vaya diferencia!), y de forma sustancial (hay alguien que lidera con amabilidad y no hay agobios). Tomé vino. Buenas copas Spiguelau. Amplia oferta de vinos a la vista: desde Dofí 2002, Único 1995, Remelluri tinto, Corullón, Mestizaje, Castell del Remei, Alión 2000, La Calma, Clos d’Agon Blanco, Hacienda Monasterio, Pujanza, Salon,..a bote pronto y que recuerde (hay mucho más!), y alguna referencia en formato 3/8 (Corullón, Dofí, Champagnes). Un único vino por copas (podrían ampliar). Creo que los grandes vinos están en bodega climatizada. Optamos por el arrós melós (fantástico!), tiernísimo pulpo a feira, y esta vez las bravas me han convencido del todo (serán una referencia en Barcelona!). Tienen producto directo de la lonja (les llega 2 veces al día y hay que consultar la oferta que tienen en este caso). Quizás porque había menos gente que la vez que estuve al mediodía, esta vez el local me ha gustado mucho más. Si se trata de tomar tapas de verdad y de muy buena calidad, es el sitio!.

Un éxito sin duda alguna será el nuevo proyecto de Carles Abellán (Comerç24). La receta: tapas de calidad y buena localización. Si el local fuera el doble..lo seguirían llenando. En mi estreno tomé las bravas (muy buenas..a vigilar el aceite), setas a la yema (soberbias!..punto perfecto de la yema), rabo de toro (bueno..le falta enjundia). Desajustes razonables en el servicio de fácil solución: las 6 personas (2 cocina y 4 servicio) van de cráneo, hay que colocar a un senior que lidere. Anacronismos: todo y tener buenos generosos y champagnes, se sirven en vasos simples el primero, y copas tipo "publicidad" el segundo..ah! sí!..es un lugar de tapas!. Se corta el jamón a la vista..muy bien!. Tomé champagne, y las copas que ví son de buena calidad (parecen riedel). Clientela variopinta (mediodía): de oficinas, jóvenes ejecutivos, pocos turistas. Las pocas mesas en la terraza creo que incordian más que aportar algo al negocio. Abierto de 8am (para un buen desayuno) hasta las 24:30. Local marcado por una gran barra (taburetes) que rodea la zona del servicio y la cocina a la vista. Hay 3 ó 4 mesas más entrando a la derecha. Buen proyecto y mejor proyección mejorando detalles.