Una agradable sorpresa

Vaya por delante que no me imaginaba un restaurante de estas características en "Playa Honda", tal vez por ubicar en La Manga cualquier posibilidad de negocio de restauración meridianamente aceptable como enclave turístico, máxime habiendo conocido Playa Honda y mar de cristal hace ya años.Eso tiene estereotipar erróneamente zonas que das por conocidas cuando no es del todo cierto.
A lo que vamos; en un entorno algo "cutrecillo"- una urbanizacion anclada en los 70-80-, te encuentras un pequeño restaurante con una excelente decoración e imagen moderna, calida y atractiva.
El servicio también muy correcto, ofreciendo variedades de pan ( chapata , cereales y de queso) en sucesivas ocasiones..de agradable textura , aunque hubiera sido sublime encontrarlos recién horneados, vamos "calentitos",pero en cualquier caso estaban deliciosos.
Con un aperitivo de la casa ( un crujiente de sobrasada y miel, gustoso), pedimos como entrantes un pulpo asado en aceite de ceniza.. en una cama de patatas- sabroso-, unas croquetas de marisco que mis acompañantes definieron como exquisitas y unas sardinitas marinadas que estaban realmente estupendas, de textura y sabor, asi como llas famosas alcachofas asadas con queso y jamón en salsa de foie, que nos pareció a todos excelentes.
Luego de principal, los pescados ( mero y bacalao) estaban correctamente cocinados y denotaban su frescura, y las carnes ( cochinillo y solomillos) en su punto, con guarniciones copiosas ,inusuales tales como tempura de verduras o boniato rebozado...
Tambien se pidió rissottonegro con calamares y unos cappelletti de trufa y queso ambos buenísimos, según quienes los degustaron.
Todo regado con un excelente "Ramón Bilbao ed.limitada" cuya relacion calidad-precio se hizo meritoria de repetir 2 veces mas ! Los precios de la carta de vinos en general eran mas que razonables.
El postre fue quizás lo mas flojo, y como aspecto negativo destacar que el aire acondicionado estaba demasiado fuerte y por mas que nos quejamos no tuvieron el detalle de bajarlo, y en el servicio decir que pedimos agua y hasta bien entrada la cena y reiteradas peticiones no nos la sirvieron...se ve que ante nuestra sed, estaban por la labor de abrir mas botellas de vino...
En resumen, una agradable y amena velada - la compañía tambien ayudo por supuesto-, en un entorno sugerente que nos hizo salir con un buen sabor de boca y con ganas de repetir.

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