Gran decepción. Todo fue claramente mejorable, lo único que nos gustó fue el sitio, estaba bien decorado, estilo intimista...pero por lo demás, un bluf. Platos con nombres de diseño, pero que luego se convierten en rutinarios; el servicio del vino brilló por su ausencia, al igual que la carta, los postres no fueron gran cosa...después de los buenos comentarios que había leído no podía por menos que acudir, pero la verdad es que no creo que vuelva. Precio excesivo.

La atención es muy buena, personal muy agradable. Magnífica relación calidad-precio. La carta contiene platos internacionales. Cocina imaginativa y de alta calidad, buenos vinos. Entorno acogedor, intimista. Todo fantástico, nos ha encantado.

Un soberbio restaurante en Rocafort. Ubicado en una casona del pueblo restaurada, resulta sorprendente en muchos aspectos ¡Tienen hasta un cine de verano!
Destaca la iluminación que junto a los separadores vegetales consiguen un logrado caracter intimista.
Materias primas de primerísima calidad y procedencias de lo más diverso. Puedes encontrar un solomillo de Ucrania, vainilla de París, moka de New York...La patata está espectacular.
Cocina sofistacada. Buena carta de vinos y excelente su servicio.
10 para todo el personal. Es un placer escuchar a Pepe cantar los platos.
Muy importante: no tienen prisa. Puedes alargar la sobremesa y nunca sientes que estorbas.
Sobresaliente relación calidad/precio.

Malísima relación calidad - precio. Platos normales (que puedo cocinar yo en mi casa, con mejor resultado, comprando el género en Mercadona) camuflados con nombres pomposos.
La carta es inexistente, al igual que la de vinos; el propietario te bombardea una y otra vez con entrantes, primeros platos...como ejercicio de memoria incluso para los comensales no está mal...(además no sabes lo que vale cada plato)Las expectativas que te crea el propietario son de primera, pero luego la cruda realidad es otra, alardea con nubes de humo. El servicio es claramente mejorable. El ritmo de la cena fue un auténtico desastre, el tipo no sabía ni por donde iba...Solomillo de crépes con el hojaldre congelado...no está mal, innovación + desarrollo.

Restaurante de nueva apertura situado en un entorno agradable en zona residencial próxima a Valencia. Trato agradable y profesional, nos sorprendieron agradablemente las entradas recomendadas por el propietario muestra de platos originarios de distintos paises. Carta interesante, destacando platos valencianos poco conocidos. Bodega bien surtida destacando vinos de la Comunidad Valenciana. Buen servicio de vino. Carta de postres variada y de distintos origenes. Local diseñado para pocos comensales lo que permite una velada muy agradable con musica de fondo bien seleccionada. Repetiremos