Restaurante situado en Guetxo, en Neguri, aristocrático y tranquilo barrio, en un chalet decorado a estilo inglés tradicional. Buen producto y buena realización. Compartimos un arroz con langostinos y boletus sobre cama de Idiazábal. Muy rico y con un estupendo sabor a setas. Quizá un pelín pasado de punto para mi gusto. Los segundos: rape asado con triguros y cigalitas y la americana de estas, el rape muy bien de cocción puede que la salsa algo líquida. Para mí atún rojo a la plancha, un buen trozo y también con un perfecto punto. De postre higos asados con helado de queso y salsa de frambuesas. Suena tradicional pero todo correctísimo y rico.
De vino, un Belondrade y Lurton, verdejo con madera. Me encanta, vaya vino más rico. Con el postre la encargada de sala me descubrió algo novedoso para mí: un vino dulce Itxas Mendi realizado con uva txacolí. Fue un placer inesperado, un vino para nada empalagoso realizado por Ana Comín.

Por recomendación entre en comida de trabajo y vaya si me impresiono el sitio, la antesala con su fuego tierra ya me hacia preveer una estupenda comida, calida acogida la que ofrecen en este restaurante de getxo una gran decoración que recuerda a la inglaterrade la hora del te, pero lejos de pastas y galletas sus carnes y pescados siempre en plato tradicional bien merecen el viaje. Realmente encantador. Agur, pero fins aviat.

Sitio clásico y de alta calidad, de acuerdo con la zona aristocrática en la que se sitúa; de esos que nunca falla si tienes que agasajar a alguien. Repertorio tradicional con una técnica muy depurada donde predomina la materia prima, que se saborea en su esencia. Es decir, todo muy rico, muy bien ejecutado, pero sin sorpresas bajo el sol. Excepción, en mi caso: el rabo deshuesado, que me parece sobresaliente.
Carta de vinos no muy amplia pero suficiente. Bastante caro, aunque si también se tiene en cuenta el cuidado local y el entorno diremos que es uno de esos sitios imprescindibles de visitar.
Web: http://www.jolastoki.euskalnet.net/

Restaurante "de toda la vida" que sigue investigando y sorprendiéndonos cada temporada con sus cartas, aunque algunos clásicos como el rape con sus verduritas y las frutas rojas con crema y helado nos continúan entusiasmando.
El servicio es muy detallista y la cristalería adecuada.La carta es amplia y variada y la sumiller Itxaso Arana está siempre dispuesta a asesorar.