Creo que fuimos a diferentes restaurantes sobre todo por lo que dices del trato, yo cuando he ido sólo me ha atendido personal sobresaturado, acelerado y el ambiente era todo lo contrario al de una fonda catalana del siglo pasado. Eso sí, me divertí mucho viendo como un ofuscado comensal le preguntaba a un pobre camarero hispanoamericano por cada vino de la carta y que tras consultar con su compatriota "entendido" le dijo que había un vino en particular que "se pedía mucho".
Me quedo sin duda con la Fonda Europa de Granollers que comentas, mucho menos masificado, supongo que es difícil resistirse a ganar dinero cuando un establecimiento ha adquirido algo de fama. De la Fonda Europa sensacional el pato.