Hace unos días acudí a este nuevo restaurante del Museo Guggenheim.
El servicio maravilloso, atento, y cuidando hasta el último detalle, así como las instalaciones minimalistas, blancas y sin estridencias.
Elegimos el menú degustación más completo, pero no nos convenció.
Básicamente se trata de sacar el máximo partido a la verdura, pero tampoco llegamos a disfrutarla. No deja de ser lo que es: verdura.
El precio de alta cocina tampoco convence tratándose de alimentos tan básicos.
Aún así pudimos degustar un poco de foie a la plancha y algo de pescado. Tampoco convenció. Las raciones minúsculas. Hambre. Muy caro. Vamos, que un éxito.
La idea es buena, pero la descarto como opción.
Desde luego que es una opción, y habrá gente que saldrá encantada y por supuesto que nadie le quita el mérito respecto a innovación y técnica, pero me parece arrisgado un menú de esas características, porque yo si que pienso que al final con lo que disfrutas, a parte de lo mencionado anteriormente (cratividad, innovación, técnica, etc.), es comiendo, y para disfrutar comiendo hay que meterle materia prima. Así que en resumen, yo creo que en un menú degustación, que suelen ser mas bien largos, si se debe meter materia prima tanto de verduras, como de pescado y carne. Un saludo
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.