Marzo 2017
Mi visita a Nerua en julio de 2016 supuso un descubrimiento revelador en mi panorama gastronómico. Tal y como relaté aquí hace apenas ocho meses, la cocina de Josean Alija me resulta una de las más interesantes de nuestro país por desmarcarse totalmente de corrientes y modas y apostar por una línea única, vanguardista, tremendamente perfeccionista, donde la esencia y la pureza son protagonistas y con recetas que bajo una aparente sencillez enmascaran una complejidad técnica notable en su mayoría.
En esta ocasión he podido adentrarme un poco más en el mundo de un Josean reflexivo, apegado a su tierra, defensor de una limpidez ortodoxa, fiel a los sabores del recuerdo llevados hasta su punto más puro y con una absoluta casi obsesión por cuidar hasta el último detalle. Para que el mensaje llegue al comensal como se debe, en la sala ejerce con candor y mimo Stefania Giordano y la bodega la domina con gran maestría y pasión Ismael Álvarez que conoce y contagia haciendo que hasta que los que menos sabemos del mundo del vino quedemos fascinados con él, dejarse llevar por él debería ser aquí materia obligada.
El menú más largo costa de 18 “productos” y emplea según la temporada los que por estacionalidad y localidad sean más idóneos y cuyo trabajo comienza un año atrás en el departamento de i+D que es donde se define qué vendrá el año siguiente con un margen de 365 días de distancia. Si acuden ahora – que es lo que deberían hacer, planifíquenlo ya – empezarán por cinco snacks que podrán degustar en la misma cocina y que suponen una declaración de intenciones sobre lo que se va a encontrar en Nerua: una mirada hacia la tierra y el recuerdo de la cocina de los sabores de antaño traída hasta nosotros de la manera más pulcra y perfecta. Una....
Para leer todo: http://cocinayrecetas.hola.com/blogclaramasterchef/20170420/nerua-2017-conviccion-y-pureza/