No nos gustó

Hola. El restaurante le verdad no tiene mala pinta, pero para la pinta que tiene la verdad salí un poco decepcionado.
Reservamos para las 22:00h y llegamos un poco antes. No sentaron enseguida (eso sí), nos dieron las cartas, y nos explicaron muy rápidamente el menú (íbamos con un regalo de smartbox, tal vez ese fue el problema). Tras 40 minutos de espera (y después de esperar que atendieran a otros clientes que llegaron después), nos tomaron nota.
Pedimos empezar con unos entrantes acompañados con unas cervezas para después tomar vino. Un poco a regañadientes nos lo dieron, aunque no nos dejaron escoger vino diciendo que el que teníamos era el de la casa.
Algo no cuadraba. Precio Smartbox: 99.90 euros. Precio menú: 35 euros (dos personas 70) + botella de vino de la casa: 16 euros. Me parece que hay una buena diferencia para que te puedas tomar una cerveza o más si te apetece y te la sirvan con una sonrisa no?
Pese a ello, los entrantes no estuvieron mal. El vino estuvo "respirando" porque lo trajeron a la vez que la cerveza (debían tener mucho trabajo aunque no lo parecía). Por cierto que la botella de vino no la descorcharon en la mesa, sino un poco retirado, y por supuesto no nos lo dieron probar. Pese a ello, el vino no estaba mal (aunque si lo hubiera escogido, nos lo hubieran servido cuando lo íbamos a tomar y no un rato antes, y nos lo hubieran dado a probar, ... habría sido un detalle verdad?).
Después de los entrantes venía un plato a escoger entre vieiras o bacalao. Nada más que comentar, ni quejas ni halagos.
Y después el plago de carne. No recuerdo que más había, pero los dos pedimos solomillo. Como buenos profesionales no nos preguntaros cómo lo queriamos (al punto, poco hecho, ...). En fín, piensas que al menos te lo traerán al punto (aunque a los dos nos gusta la carne poco hecha). Pero NO. Uno de los dos vino más o menos al punto, pero el otro, ya nada más ponerlo en la mesa no tenía buena pinta (un poco chamuscado). Aun así les dimos un voto de confianza y lo probamos.
Para continuar con el estupendo servicio, por supuesto, desde que dejaron este trozo de carne chamuscada en la mesa, no se pasaron a preguntar qué tal estaba. Ni siquiera preguntaron cuando recogieron los platos (bastante más tarde) y vieron que el trozo de carne que quedaba prácticamente entero aunque desmenuzado (intentando sacar algo de carne comestible).
Del postre solo puedo decir que era la típica "costrada de Alcalá". Estaba buena, y pese a que estando todavía sin empezar nos preguntaron si nos retiraban los platos (esta vez sí vinieron rápido, les debíamos molestar parece), sí me gustó (a lo mejor era por el hambre).
Al final, muy amablemente nos despidieron, sin preguntar qué tal la cena y que volviéramos otro día (NI DE COÑA).
No sé si siempre será así. Yo no lo voy a comprobar porque, aunque vivo relativamente cerca, ahí no vuelo ni de casualidad. Solo escribo esto por si alguien piensa en cenar ahí, que se lo piense dos veces (sobre todo si tiene un bono de smartbox o algo similar).
Por último dar las gracias al restaurante por hacerme una cena tan amena en la primera noche que salimos en salimos después de dos años, tras dejar al canijo con sus abuelos. Sinceramente gracias.

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