Nos encontramos en una taberna de ambiente tradicional, donde podremos disfrutar de las clásicas tapas y raciones de nuestro país, acompañadas de una variedad de vinos muy reseñable.

En El Quinto Vino se respira desde su misma entrada un ambiente muy acogedor, disfrutaremos de su trato hogareño y del buen hacer de su cocina. Su visita es una magnífica opción para practicar uno de los deportes nacionales: el tapeo.

No quisiera extenderme demasiado, pero si quereis una opinión más detallada podeis verla en http://gastronomodesaparecido.wordpress.com/

Taberna con dos pequeños comedores y barra, decorado con motivos castizos y vinocolas. comida sin artificios pero bien resuelta, estupedas las croquetas (plato obligatorio), tortilla de camarobnes, berenjena rebozada con salmonejo y bacalao ahumado, secreto iberico, muy rico el helado de queso (receta belluchi) regado con vino dulce. Amplia carta de vinos, con vinos extranjeros y vinos de practicamente todas las D.O españolas, posibilidad de vinos por copas incluidos vinos de postre. En el lado de los peros, copas infames, mesas tan juntas que no solo escuchas perfectamente las conversaciones sino que incluso puedes mojar la salsa del plato de la mesa de al lado. En definitiva una opción a tener en cuenta en Madrid con una adecuada RCP.

Una gran y excelente taberna. En la calle Hernani en el barrio de Tetuán, se encuentra esta taberna, donde se hace una excelente comida casera, variada y que recupera algunas recetas casí desaparecidas. todos sus platos están buenísimos. Además, ello se complementa con una espléndida carta de vinos con múltiples y originales referencias que evidencian la pasión de sus dueños por el mundo del vino. Un lugar imprescindible en Madrid, decoración en la línea del tipo de establecimiento, lo peor, quizá, el reducido espacio que motiva alguna que otra incomodidad, así como el exceso de clientela, sobre todo jueves noche que provocan en ocasiones un desastroso servicio.

Incomodo, pero buenos platos caseros desde los callos hasta la carrillada tienen aprobado alto y los garbanzos con gambas notable, la carta de vinos extensa y cuidada, aunque como ocurre cuando quien dirige el cotarro es un conocedor del tema es mejor dejarse aconsejar con alguna novedad cuasi desconocida. Las copas podrian mejorar así como la actitud de uno de los camareros, bastante seca para un entorno amable como el que se presenta en esta taberna-restaurante. Volveré seguro. 2 pax. compartiendo entrantes 35.-€

Auténtico a tope el local de estos dos amigos apasionados del vino que llevan ya 10 años en la calle Hernani. Siempre está a tope, conviene reservar, por lo que la juerga está asegurada. Se trata de una taberna/tasca de paredes forradas de refranes, fotos de amigos (y algún famosillo), cajas de vino… con unos anfitriones de generosidad y simpatía desbordante. Los precios de las múltiples referencias disponibles por copas son más que razonables (habla un catalán) por lo que se ve por ahí, sobretodo en locales más “céntricos”. Las copas son de aprobado justito y la temperatura del vino tinto altita, pero las tapas y la comida están de rechupete. Son platos de lo más clásico: callos, cocido, tortilla de patatas… pero alguna cosilla rara de encontrar, como ortigas de mar y otras delicatessen. Los precios de la comida son normalitos tirando a altos, pero el menú es altamente recomendable. Suelo pasar por ahí cuando estoy en la capital, una vez cada dos meses, y nunca defraudan. Tiro asegurado.