La dificultad de la sencillez

Andra Mari es ya un restaurante mítico. Y lo es por haber alcanzado un desarrollo pleno, un estilo moderno sin renunciar a su propio estilo. Ser clásico , sin quedarse atrás , sin atascarse en viejos tiempos y glorias. Quizás el menú actual alcanza su máximo esplendor y sintetiza esta idea. Es un menú de bases clásicas , de producto de la zona, pero con sensación de desarrollo, de sentido estético y de perfección y finura en su ejecución. Los mejillones en su jugo con gelatina y Camapri, son el inicio de un menú que no decepciona, parecido a los previos, pero distinto, un estilo propio que crec y evoluciona, finura, delicadeza e intensidad. 59 euros, el mismo precio que hace dos años, mejor menú, mayor perfección, una gozada¡¡¡. El contexto ya conocido, elegancia y tradición, la mesa con su mantel de hilo de seimpre, pulcro y perfecto. Las vistas, lo entrañable, el servicio amable, neskatillas...Buen servicio del vino ( aunque insisten en llamar El Predicador al Predicador y reserva al Pagos Viejos.. será la tradición..),, copas Riedel, muchas opciones , disfrutas, de todo. Grande Andra Mari, lo esencial que evoluciona...la difícil sencillez

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar